El Lic. Cesar Villca Flores, Administrador del Cementerio General en conferencia de noticias, ofreció un amplio informe que estremece de la difícil y ardua labor de desenterrar los cuerpos de las personas fallecidas durante el pico más alto de la pandemia del Coronavirus el año 2020, tanto en fosas comunes del Cementerio General como el sepelio en el Campo Santo improvisado de Altipampa en la zona de Karachipampa.
El funcionario Municipal, relato que en cuatro meses de trabajo muy delicado junto a familiares se inicio el proceso de identificación de manera inédita, operativo con personal capacitado por el SEDES al E.P.P. Equipo de Protección Personal, cuya planificación permitió desarrollar la identificación y traslado de los cadáveres al pabellón 141, horno crematorio y a los mausoleos institucionales, utilizando para el operativo la desinfección de la zona con amonio cuaternario con personal del Zoonosis, para iniciar la triste tarea de desenterrar los cuerpos con la retroexcavadora que procedió al cavado correspondiente hasta la ubicación de los féretros conforme el Decreto Municipal, que autorizo la difícil labor.
El Administrador del Cementerio General, Cesar Villca contabilizo un total de 306 cadáveres identificados en 4 secciones del principal campo santo y el cementerio provisional de Altipampa, hubieron inconvenientes como la falta de tres cuerpos que fueron ubicados en otra sección o el caso la falta de un cadáver que luego de las averiguaciones fue enterrado en la ciudad de Oruro o como lo acontecido con los restos de otra persona, que tampoco se encontró en el cementerio de altipampa, sin reclamo de familiares y que habría sido trasladado para su entierro al área rural.
De acuerdo al informe del Lic. Villca, durante la ubicación se encontraron cuerpos que debido al temor existente en aquella época estaban fuera de los féretros y en esas circunstancias fueron sepultados en las fosas, incluso se presentaron casos que estaban en cajas o ataúdes que no correspondían al precio que dieron las funerarias, porque los cuerpos yacían en cajas comunes, esto mereció el resarcimiento de daños entre los dolientes y las funerarios que incurrieron en estas acciones irregulares.
MISION CUMPLIDA
Claudia Torrico, representante de las familias dolientes que perdieron a sus seres queridos durante la época dura de la pandemia el año 2020 a tiempo de mostrar los sentimientos de pesar por la irreparable perdida de sus familiares, dijo que aquellos potosinos que padecieron en la pandemia de la COVID 19 para ellos se convierten en soldados que perdieron ante un enemigo invisible del letal virus, casi todos estuvimos aislados, mientras muchas familias cayeron enfermas, fue cuando nuestros seres queridos salieron de sus hogares y nunca más los volvimos a ver, no sabíamos el paradero donde se encontraban enterrados, pero no olvidaremos aquel 14 de septiembre para conformar la organización de dolientes y exigir que nos muestren donde estaban enterrados nuestros seres queridos.
La señora Torrico, relato el peregrinado cumplido por los familiares con el gran objetivo de ubicar el lugar donde se encontraban enterrados sus seres querido, frente al silencio de personeros del municipio de aquel entonces que no daban una explicación valedera donde fueron depositados los cuerpos, el Administrador de aquel entonces Lucio Contreras, hasta nos trato de locos por exigir desenterrar los cuerpos y el Alcalde “Tico” jamás quiso recibir a las familias para informar el lugar, hasta juntas vecinales de la zona se opusieron a nuestra solicitud.
Después de mucho sufrimiento logramos concretar un plan de trabajo, con investigaciones y averiguaciones médicas, para conocer si la COVID seguía existiendo en el cuerpo de una persona fallecida, esta ardua y penosa labor nos costo dos años, pese a las burlas de las propias autoridades, hemos sido consecuentes y no nos hemos rendido, hemos luchado y ahora gracias a Dios y gracias a todas nuestras almitas, ahora podemos decir MISION CUMPLIDA, porque hemos tenido la oportunidad de darles la cristiana sepultura como ellos sea merecían. Concluyo la Señora Claudia Torrico.
