La primera vez que ocurrió el hecho, Néstor R.B. aprovechó que estaba solo con las niñas de 4 y 5 años. Las sentó sobre sus piernas, para luego tocar sus partes íntimas
Un hombre que responde al nombre de Néstor R.B, de 42 años de edad, reconoció haber abusado sexualmente de sus dos hijastras, desde que una tenía 4 y, la otra, 5 años, hasta que cumplió los 9, por lo que la autoridad jurisdiccional dispuso que a partir de la fecha el sindicado cumpla una condena de 16 años de cárcel en Morros Blancos.
De acuerdo al informe de la fiscal departamental, Sandra Gutiérrez, el hecho se denunció la gestión pasada y durante los meses de la investigación se logró recolectar suficientes elementos que inculpaban al sindicado, por lo que él mismo accedió a un procedimiento abreviado. La audiencia se instaló en el Juzgado de Violencia Anticorrupción y Violencia Contra la Mujer Primero de la Capital donde se tipificó el delito como abuso sexual con el agravante de que las víctimas son menores de edad.
“La Fiscalía presentó las pruebas necesarias, entre ellas la entrevista informativa de las víctimas que revelaron cómo sucedieron los hechos, informes psicológico y social de afectación emocional y entorno familiar de las menores, certificado médico forense, entre otros que fueron valorados por el juez que dictó sentencia”, aseveró.
Antecedentes
La investigación sobre este caso estuvo a cargo de la fisca de materia Jeannethe Rodríguez, quien apuntó que la agresión se suscitó en Cercado, en el domicilio donde convivía con las víctimas, hijas de su concubina.
Según el reporte, el primer abuso fue en una ocasión en que Néstor aprovechó que estaba a solas con las niñas. Las llamó y las sentó sobre sus piernas, para luego tocar sus partes íntimas.
El 28 de junio del 2021, la mayor ya había cumplido nueve años y el sujeto volvió a vejarla. Pero en esta oportunidad, el ataque no pasó desapercibido, la madre vio a su concubino, por lo que tomó inmediatamente la decisión de denunciarlo formalmente y romper la relación que sostenía con él.
En primera instancia reportó el caso ante la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV), que remitió los antecedentes al Ministerio Público, que dictó su aprehensión y el inicio del proceso penal.
Fuente: EL PAÍS
