Esta semana ocurrirá un increíble fenómeno único en el año lunar y muy relacionado con las fuerzas de la naturaleza y la reproducción
La astrología estudia el movimiento de los astros, y se piensa que con su interpretación se puede conocer el destino de las personas y pronosticar los sucesos terrestres.
Aunque en Occidente y en España se utilice de forma oficial el calendario gregoriano para medir el paso del tiempo a lo largo de un año, existen recetas alternativas, como el uso del calendario lunar, para establecer pautas temporales.
Además, la posición de la Luna, que puede atravesar hasta ocho fases distintas, influye enormemente en la personalidad de las personas, así como en su temperamento, sus prejuicios, habilidades y compatibilidades astrológicas. Por otra parte, La Luna es un astro clave en el cálculo del ascendente cósmico, más allá de su signo zodiacal principal.
Existen sucesos astrológicos que se pueden ver en muy raras ocasiones: algunos una vez al año, como las “Lágrimas de San Lorenzo”, otros tan solo una vez en la vida humana terrestre, como el paso del “Cometa Halley”.
Es el caso de la “Superluna ciervo”, que ocurre todos los años, pero solo durante una noche. Una noche de luz lunar intensa y gran poder espiritual, muy mágica y decisiva para la evolución y el renacimiento de las fuerzas de la naturaleza salvaje.
Cómo funciona el calendario lunar: fases y sus significado
La gran mayoría de las corrientes de medición astrológica que se dan a día de hoy le confieren un peso enorme a la Luna y a la influencia de suposición con respecto a los cambios de humor y los diferentes sucesos que se dan en la vida de una persona.
Este astro suele asociarse además con la parte inconsciente de la psique humana, por lo que conocer la fase lunar en la que nos encontramos en cada momento puede ayudar a comprender mejor el mundo interior oculto y de difícil acceso.
Hay algunas tendencias que clasifican las fases de la Luna en cuatro, pero realmente estas se pueden desglosar casa una en dos, dando lugar a ocho etapas lunares distintas, cada una con una simbología diferente:
- Luna nueva. Es la primera fase del ciclo lunar y es sinónimo de introspección y nuevos comienzos. Las personas nacidas durante luna nueva son aventureras y están abiertos a probar cosas nuevas, son reflexivos y tiene una fuerte intuición. Tienen opiniones fuertes, son apasionados, y si alguien no está de acuerdo con ellos, lo evitan antes que confrontarlo.
- Primer cuarto creciente. Es la fase de “plantar semillas” del ciclo lunar y está asociada con el crecimiento. Eres una persona abierta a la aventura, pero menos que las personas que nacieron en luna nueva. Tienden a planificar antes de actuar, y no admiten jamás estar equivocados.
- Cuarto creciente de la luna. Sinónimo de tiempo de acción. Son personas con mucho potencial y de voluntad fuerte, pero también necesitan tener el control de todo. Tienen dificultades para confiar en las otras personas, son extremadamente precavidos (no sorprende entonces que sea Cáncer el signo más influido por este astro, que también le hace ser desconfiado).
- Luna Gibosa Creciente. Casi completamente llena, tienden a tener una alta conciencia de sí mismos. Están enfocado en mejorarse a ti mismo y al mundo usando sus talentos y habilidades innatas, tienen una obsesión eterna con superar sus propios límites y una voluntad de aprender constante.
- Luna llena. Quienes nacieron bajo luna ella, son personas energéticas y extremadamente confiadas. Hay un carisma en ellos que atrae a todos, un don natural de gentes que hace que se gane el respeto y la seguridad de los demás rápidamente.
- Luna Gibosa Menguante. Es un tiempo de educación. Estas personas son líderes natos con un don para la comunicación, pero tienen una tendencia de tratar de cambiar a las personas. Ayudan “de más”, puesto que pese a que creen que las están ayudando, en realidad están agobiando a la otra persona.
- Tercer cuarto lunar. Es un punto de inflexión a medida que los cabos sueltos comienzan a resolverse. Estas personas son ferozmente leales e independientes y pueden tener dificultades para dejar atrás el pasado. Además, tienes una perspectiva única de la vida y los demás te ven como sabio y exitoso.
¿Qué significa la “Superluna Ciervo”?
Desde el domingo 21 de julio, la Luna se mostrará llena o en plenilunio en el signo de Capricornio. Durante la noche de este fin de semana, el astro podrá observarse presidiendo el cosmos completamente redonda y enorme, arrojando grandes cantidades de luz y energía.
Pero, ¿por qué se le llama “Superluna Ciervo”? Este momento que se da una sola vez al año coincide con la época de celo de los ciervos, por lo que durante esta noche tan especial se puede escuchar a muchos machos berreando tras cubrir a las hembras.
Para buscar atraer a posibles parejas sexuales, los machos de los ciervos emiten fuertes sonidos guturales, es decir, “berrean”. También suelen dar estos graves gritos al acabar de procrear con una hembra y proceder a hacerlo con la siguiente, pues es una noche de total banquete y desenfreno para los ciervos macho, que no paran de reproducirse hasta que se agotan o llega la luz del día.
La importancia sexual de la “Luna Ciervo”
Además, este es el momento en el que la Luna está más próxima a la Tierra, un instante anual que se conoce como “perigeo”, una noche de muchísimas consecuencias nada casuales. El astro se acerca a menos de 360.000 kilómetros de nuestro planeta, lo que altera las mareas y el ánimo de los seres vivos y espirituales que en él habitan.
Durante esta noche tan especial, la Luna llena imbuye de una extrema confianza en sí mismas a todas las personas, además de acelerar la actividad física y mental. El aumento de energía y la atracción hacia la conexión con los otros se deja sentir con la acción de la Superluna Ciervo.
Además, este el momento de todo el año en el que los animales y los humanos, especialmente los Capricornio, tienen más alta la libido, por lo que esta noche sería el momento idóneo si quieres mantener unas relaciones plenas con tu pareja, tan solo permite que la Luna llena haga su magia y déjate llevar.
Fuente: LA RAZÓN ESPAÑA