La víctima, de 18 años, se encontraba a punto de concluir el bachillerato. El asesino era su exnovio y compañero de colegio, quien, al ser menor de edad, fue condenado a seis años de presidio.
Ayer, la familia de Beatriz C.A., una estudiante víctima de feminicidio, se reunió junto a vecinos y amigos en el Cementerio de Villa Israel, ubicado a unos 30 minutos de la ciudad de Cochabamba, para darle el último adiós. Su madre, Martha A., destacó las cualidades de su hija, resaltando su nobleza, dedicación a los estudios y su pasión por el deporte, especialmente el fútbol, donde recibió reconocimientos y medallas. Tenía 18 años. Estaba cursando el último año de colegio y soñaba con ser policía o enfermera.
Su asesino, un adolescente de 17 años identificado con las iniciales S.A.M., quien fue su enamorado y estudiaba en el mismo colegio, se declaró culpable en un proceso especial de “terminación anticipada”, donde fue sentenciado a seis años de privación de libertad en el Centro de Reintegración Social para Adolescentes con Responsabilidad Penal Cometa. Fue sancionado en virtud de la Ley 548 (Código Niño, Niña y Adolescente). Si hubiese sido mayor de 18 años, la pena por el mismo delito habría sido 30 años de cárcel.
SALIÓ A BUSCAR TRABAJO
Beatriz era la mayor de tres hermanos. Era una joven responsable que buscaba cumplir sus sueños con su esfuerzo y, de alguna manera, aliviarles a sus padres los gastos económicos, considerando que se trata de una familia de escasos recursos económicos.
Por ese motivo, Beatriz salió de su casa el sábado 11 de noviembre, al promediar las 09:30. Tenía previsto visitar la tienda de una mujer que solía contratarla para vender ropa en vacaciones. “Mi hija salió feliz. Tenía que ir a la tienda de su jefa para preguntarle si iba a poder darle trabajo cuando acaben sus clases, pero no llegó a ese lugar”, contó su madre.
El ahora sentenciado tenía prohibido acercarse a Beatriz por haberla golpeado hace aproximadamente un mes, sin embargo, continuaba persiguiéndola. El sábado, el adolescente le habría pedido a su exenamorada conversar en privado, por lo que la convenció de ingresar a un alojamiento céntrico, en la calle 25 de Mayo entre Brasil e Ismael Montes.
Se presume que Beatriz y S.A.M. discutieron en la habitación. El autor le provocó a su exnovia una herida en el cuello con un cuchillo, misma que derivó en su muerte. Después, quiso borrar toda evidencia e intentó quemar el cuerpo de la víctima. Salió del alojamiento y el humo que salía por la ventana alertó a los administradores, quienes llamaron a la Policía.
Según el informe del comandante de la Policía de Cochabamba, Jorge René Ríos, la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) tomó conocimiento del caso a las 16:00. De inmediato, personal policial, incluidos de laboratorio y del Departamento de Inteligencia Criminal (DIC), se constituyó al alojamiento.
La víctima ya no tenía signos vitales. Estaba semidesnuda y cerca de ella había unas rosas rojas, unos billetes falsos, una botella (presuntamente bebida alcohólica) y unas zapatillas blancas.
Los funcionarios realizaron el levantamiento legal del cadáver e iniciaron con las investigaciones. Descubrieron que el autor se registró en el alojamiento con otra identidad, mientras que el nombre de la víctima no figuraba en el cuaderno del lugar, por lo que los investigadores hicieron el desdoblamiento y congelamiento de las imágenes de las cámaras de vigilancia. Ese trabajo les permitió establecer las características y el tipo de vestimenta que llevaba el feminicida.
La Policía estaba movilizada en distintas zonas. El propósito era capturar al autor del crimen. A las 19:15, el adolescente fue detenido a dos cuadras del alojamiento. Él estaba observando todo lo que hacían los efectivos, mientras se escondía en medio de las movilidades.
“RITUAL”
Ríos dijo que, por declaración de S.A.M., se conoció que luego de haber asesinado a su exenamorada salió del alojamiento y volvió con un ramo de rosas rojas.
“(El autor) puso las flores a lado del cuerpo y luego roció un líquido que aparentemente es una bebida, misma que está ahora en laboratorio. También dejó billetes falsos y los dos zapatos de la víctima casi a la altura de la cabeza supuestamente como símbolo para que (la víctima) se vaya caminando hacia el Señor”, manifestó Ríos.
AUTOR CON ANTECEDENTES
Según Martha A., madre de la víctima, su hija fue golpeada en la calle hace un tiempo por el adolescente que ahora enfrenta una condena. Ella denunció el caso al director del establecimiento debido a que su hija cursaba el último año de colegio y el agresor estaba en la pre promoción.
Sobre el caso, el director departamental de Educación de Cochabamba, Iván Villa, informó que el director de la unidad educativa, donde estudiaba la víctima y su agresor, convocó a los papás de ambos estudiantes. Firmaron un compromiso, donde el sindicado prometió mantener distancia con la víctima y mejorar su comportamiento.
Según Villa, el director de la unidad educativa debía denunciar el caso a laDefensoría de la Niñez y Adolescencia (DNA). Aguarda un informe completo de la Dirección Distrital.
“PENA LEVE”
El feminicida de Beatriz, al igual que otros menores de edad de entre 16 y 17 años, fue sancionado en virtud de la Ley 548 (Código Niño, Niña y Adolescente). Esta ley establece que “la responsabilidad penal de la o el adolescente será atenuada en cuatro quintas partes respecto del máximo penal correspondiente al delito establecido en la norma”. Además, la ley señala que para delitos castigados con penas de 15 o 30 años de privación de libertad, la sanción se cumplirá en un centro especializado en lugar de una cárcel. Para delitos cuya sanción máxima sea de 15 años, se aplicarán medidas socioeducativas con restricción de libertad y en libertad.
Asimismo, el artículo 269 de esta ley establece que los adolescentes menores de 14 años están exentos de responsabilidad penal.
Este no es el primer caso en el que se cuestiona la imposición de penas consideradas “mínimas” a adolescentes que podrían salir de los centros de rehabilitación entre los 21 y 23 años, lo que genera preocupación sobre su potencial riesgo para la sociedad.
Para Martha A., el asesino de su hija, debería ser tratado como adulto. “Solo le faltaba seis meses para cumplir 18 años. No es justo que le den una sentencia de solo seis años. Va a salir y pude volver a matar a alguien”.
Nivia Coca, del colectivo Mujeres de Fuego, lamentó que los adolescentes que cometen delitos graves no sean juzgados como adultos. Señaló que este menor de edad fue denunciado antes por violación y violencia.
CON BEATRIZ, SUMAN 12 FEMINICIDIOS EN COCHABAMBA
Según datos de la Fiscalía General del Estado, en lo que va de 2023, se registraron 12 feminicidios en Cochabamba, incluido el de la joven Beatriz C.A., ocurrido el sábado.
En Bolivia, se contabilizan 73 feminicidios entre el 1 de enero y el 13 de noviembre de este 2023. Los datos estadísticos señalan que en enero hubo 12 mujeres asesinadas; en febrero 5, en marzo 7, en abril 7, en mayo 7, en junio 9, en julio 3, en agosto 8, en septiembre 7, en octubre 6 y en noviembre 2.
Los dos casos de noviembre se registraron en Cochabamba. El 9 de noviembre, el cuerpo de Rosmery R. (39) fue encontrado en una vivienda de la zona de Azirumarca. El dueño de ese inmueble llegó de viaje y encontró el cadáver de la víctima en el cuarto de su hijo Jesús A.C.S. (30). El autor contrató a la mujer para lavar ropa, pero la mató y se quedó con el cuerpo durante cuatro días.
Fuente: OPINIÓN
