El río Pilcomayo está agonizando por la contaminación y muchos otros factores, con graves consecuencias específicamente para los pueblos indígenas que viven de sus aguas y de la pesca en la cuenca.
“Lamentablemente se está muriendo el río Pilcomayo, en este, caso nosotros vivimos del pescado”, declaró el Secretario de Infraestructura de la Capitanía Grande de los Guaraníes, Andrés Segundo Tejerina.
“En el Itika Guazu (río Grande, en guaraní) vivimos, si no estoy equivocado, vivimos 18 comunidades del río”, informó al indicar que la zona en general es seca, los guaraníes no pueden sembrar, no porque sean flojos, sino por la sequedad.
“Siembran, no llueve, se seca la semilla, por eso dejaron de sembrar, hay sequía, no hay agua, además tampoco hay riego, no hay agua de dónde sacar”, agregó al indicar que la única forma sería generar sistemas de riego con ayuda de todos los niveles de gobierno.
Consultado si los indígenas están pasando hambre como consecuencia de la agonía del Pilcomayo, contestó que afecta a una parte, pero también a toda la producción de la cuenca, no hay riego, de 34 comunidades en total, incluida Chuquisaca, solo cuatro tienen riego, las demás no.
El dirigente dijo que pese a los esfuerzos de los indígenas, no solo de Bolivia, sino también de Argentina y Paraguay, no pudo frenarse el problema del Pilcomayo, “una cosa es hablar en prensa, pero tenemos que ver cómo hacemos una demanda internacional”.
La Constitución Política de Bolivia está a favor de los indígenas, entonces tiene que ver cómo se aplica eso y las autoridades locales y nacionales, “les guste o no, tienen que aplicar esa normativa a favor de los guaranís”.
Segundo Tejerina agregó que lo que tienen que hacer es sentarse los tres pueblos de los tres países y presentar una demanda internacional, “es la única forma en que podríamos hacer escuchar nuestra voz a nivel internacional”.
El dirigente además dijo que el problema de los indígenas guaraníes en Tarija no solo es el Pilcomayo, sino también en la producción, educación, salud. Respecto del río es un asunto que se prolonga hace mucho tiempo.
LOS DATOS
Recordó que los indígenas de los tres países intentaron frenar la construcción en Paraguay, del proyecto “Pantalón”, que bifurcó el río, pese a los esfuerzos no lograron respuestas, tampoco en el tema de la contaminación.
“Nuestro país vive del gas como de la minería, entonces difícilmente pueden frenar la minería”, admitió al insistir que la única manera de salvar este río, sería una demanda internacional de los indígenas a sus Estados para que asuman acciones.