Esta región de Sucre en Bolivia alberga un sitio único donde movimientos geológicos transformaron un antiguo lecho lacustre en una pared vertical repleta de huellas prehistóricas
A pocos kilómetros de Sucre, la capital oficial de Bolivia, se encuentra uno de los descubrimientos paleontológicos más importantes del mundo: Cal’Orcko, un farallón de casi un kilómetro de largo que alberga más de 5.000 huellas de dinosaurios. Este muro vertical, que forma parte de la cantera de una fábrica de cemento, es uno de los yacimientos de huellas más grandes y diversos jamás encontrados. Aquí, en esta curiosa “pared de pisadas”, se preservan rastros que datan de hace unos 68 millones de años, cuando los dinosaurios aún caminaban por la Tierra.
El hallazgo de Cal’Orcko fue accidental. En la década de los noventa, trabajadores de la fábrica de cemento Fancesa notaron marcas inusuales en una pared de caliza mientras excavaban el terreno. Lo que parecía ser una formación rocosa, pronto llamó la atención de expertos internacionales.
Un equipo liderado por el suizo Cristian Meyer, especialista en huellas de dinosaurios, determinó que se trataba de uno de los yacimientos paleontológicos más grandes y mejor conservados del mundo. Lo que hace único a este sitio es la cantidad, calidad y diversidad de huellas que se han encontrado en él, representando a especies de dinosaurios tanto herbívoros como carnívoros.
En la actualidad, Cal’Orcko no solo es un tesoro paleontológico, sino también una importante atracción turística. Los visitantes pueden recorrer el Parque Cretácico, un espacio didáctico y recreativo que permite conocer más sobre los dinosaurios que dejaron sus huellas en la región. Desde lo alto del parque, a través de un mirador, es posible observar la majestuosa pared de huellas que cuenta una historia de millones de años.
Cómo es Cal’Orcko en Bolivia
Cal’Orcko, que en quechua significa “cerro de cal”, es un yacimiento paleontológico ubicado en el departamento de Chuquisaca, al este de la ciudad de Sucre. Este farallón inclinado, de aproximadamente 80 metros de altura y 1.200 metros de largo, alberga una de las colecciones más grandes y completas de huellas de dinosaurios en el mundo. Las pisadas, preservadas en una pared casi vertical con una inclinación de 73 grados, son un testimonio de cómo los movimientos tectónicos moldearon el paisaje a lo largo de millones de años.
Originalmente, el área donde se encuentran estas huellas era un lago poco profundo, donde los dinosaurios solían caminar sobre su lodo suave. Con el paso del tiempo, los sedimentos cubrieron estas pisadas, protegiéndolas y permitiendo que se fosilizaran. Cuando la cordillera de los Andes se formó debido a los movimientos tectónicos, ese antiguo lecho se desplazó, convirtiéndose en una pared vertical que preserva las huellas de manera impresionante.
Lo que destaca a Cal’Orcko no es solo la cantidad de huellas, sino su calidad y estado de conservación. Las pisadas son tan claras que es posible ver los detalles de cada una, lo que permite a los paleontólogos identificar las especies de dinosaurios que las dejaron. En total, se han documentado más de 10.000 huellas, pertenecientes a 400 especies, lo que convierte al sitio en una verdadera ventana al pasado.
Qué tipos de dinosaurios habitaron en Cal´Orcko
El yacimiento de Cal’Orcko es famoso por su extraordinaria diversidad de dinosaurios. Entre las huellas encontradas se han identificado varias especies que habitaron la región durante el Cretácico Superior, hace aproximadamente 68 millones de años. Entre ellas, destacan tanto dinosaurios herbívoros como carnívoros, lo que sugiere que la zona era un ecosistema complejo y variado.
Entre los herbívoros más imponentes cuyas huellas se encuentran en Cal’Orcko está el Titanosaurio, un gigantesco saurópodo de cuello largo que alcanzaba los 25 metros de altura. Este dinosaurio dejaba huellas de aproximadamente 70 centímetros de largo, lo que da una idea de su colosal tamaño. También se han encontrado rastros de Anquilosaurios, dinosaurios cuadrúpedos y acorazados que se creía que no habían habitado Sudamérica, hasta que las huellas en Cal’Orcko demostraron lo contrario.
En cuanto a los carnívoros, las huellas de terópodos son las más frecuentes. Estos dinosaurios bípedos, que incluían a grandes depredadores como el Tyrannosaurus rex, dejaron impresiones de hasta 35 centímetros. Además, las huellas de terópodos más pequeñas sugieren la presencia de depredadores más ágiles y veloces, posiblemente raptores, que cazaban en la zona.
Uno de los hallazgos más impresionantes es la huella continua de un terópodo que abarca 581 metros, lo que representa un récord mundial. Esta pisada prolongada permite a los científicos estudiar el patrón de movimiento y comportamiento de estos animales en detalle.
El descubrimiento de Cal’Orcko ha sido fundamental no solo para la paleontología, sino también para el turismo en Bolivia. El Parque Cretácico, situado a unos 300 metros del farallón, ofrece a los visitantes una experiencia inmersiva en la era de los dinosaurios. El parque cuenta con réplicas a escala real de algunas de las especies más representativas, como un Titanosaurio de 36 metros de largo y 18 metros de alto, que es la escultura de dinosaurio más grande del mundo.
Además, el parque organiza visitas guiadas que permiten a los turistas acercarse a las huellas y aprender más sobre la importancia del sitio. Los visitantes pueden utilizar binoculares desde el mirador para observar las pisadas en detalle, o participar en charlas educativas y ver exposiciones audiovisuales sobre la vida en el Cretácico Superior.
Gracias a su riqueza paleontológica y su creciente importancia como destino turístico, Cal’Orcko se ha consolidado como un sitio de referencia a nivel mundial. Cada año, miles de personas visitan este lugar único, atraídas por la posibilidad de retroceder millones de años en el tiempo y caminar junto a las huellas de algunos de los seres más majestuosos que hayan habitado la Tierra.
Fuente: INFOBAE