Entre las teorías destacan tecnologías alienígenas o pruebas de potencias extranjeras, aunque la Casa Blanca asegura que no hay riesgo para la seguridad nacional
En el último año, el tema de los objetos voladores no identificados (OVNIS) ha sido una constante en las noticias en Estados Unidos. De hecho, hace unos meses se desveló que el Pentágono tenía conocimiento sobre cientos de avistamientos reportados en diversos estados del país entre mayo de 2023 y junio de 2024. Para dar una cifra exacta, recibieron 757 informes sobre fenómenos aéreos no identificados (UAP, por sus siglas en inglés), reportes que incluyen tanto drones como otros objetos sin explicación clara.
El avistamiento más reciente ha tenido lugar en Nueva Jersey, donde los residentes reportaron luces y objetos voladores no identificados moviéndose de manera anómala en el cielo. Estos objetos sobrevolaron instalaciones sensibles, como el Arsenal Picatinny, una base de investigación militar, y el campo de golf de Bedminster, propiedad del futuro presidente Donald Trump. De ahí se extendieron posteriormente a Nueva York, Pensilvania y otros estados del noreste.
Las autoridades, incluyendo la Administración Federal de Aviación (FAA) y el Pentágono, han intentado calmar las aguas explicando que la mayoría de estos objetos son drones operados legalmente por aficionados, fuerzas de seguridad o empresas comerciales. Sin embargo, algunos legisladores como el senador Chris Smith, y ciudadanos aún conservan sus sospechas de que detrás de estos eventos pueda haber intenciones hostiles o experimentos desconocidos.