La magnitud de la población y la escasez de vacunas contra el virus en este continente desatan las alarmas entre los expertos
El virus mpox, también conocido como viruela del mono o símica, ha logrado traspasar las fronteras de África Central y Occidental, donde tradicionalmente se había confinado, para hacer su aparición en diversas naciones de Asia y Europa. Este peligroso primo de la viruela, que permaneció prácticamente desconocido hasta su descubrimiento en 1958, ha desencadenado una profunda preocupación en la comunidad médica y científica internacional.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado de nuevo el mpox como una emergencia sanitaria mundial que se extiende por África central, incluso en países donde nunca antes se había detectado. Tras advertir de la rápida propagación de la mortífera variante de clado 1b desde la República Democrática del Congo (RDC) a otros países africanos, la OMS ha instado a las empresas farmacéuticas a aumentar la producción de vacunas. Mientras tanto, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC), con sede en Estocolmo, elevó el pasado viernes su nivel de riesgo de «bajo» a «moderado», un día después de que se confirmara la primera infección causada por una nueva cepa del virus fuera de África, en Suecia, y que fue sucedida por la reaparición de más casos esporádicos en la UE.
Es la segunda vez en tres años que la OMS declara una epidemia de viruela símica como una emergencia de salud pública internacional. La primera fue en julio de 2022, cuando el brote llegó a afectar a casi 100.000 personas en 116 países, y causó alrededor de 200 muertes. Ahora, la amenaza se ha vuelto aún más grave. Desde principios de este año, tan solo en la República Democrática del Congo se han registrado unos 15.600 casos y 537 fallecimientos. Los grupos más vulnerables son las mujeres y los niños menores de 15 años.
En el caso de Asia, la magnitud de la población y el limitado despliegue de la vacuna contra el mpox han generado inquietud en la comunidad médica internacional. Tras la notificación del primer caso de la nueva cepa en Europa, se puso de manifiesto la capacidad para propagarse rápidamente a través de las fronteras. Entretanto, la región pakistaní de Khyber Pakhtunkhwa ha confirmado la aparición de tres casos. Si bien países como la India y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) aún no han reportado nuevos casos, han elevado los niveles de vigilancia debido al gran volumen de viajeros internacionales que reciben. Por su parte, Filipinas detectó un nuevo caso, el primero desde diciembre del año pasado, según informó el lunes su departamento de salud. Se trata de un varón filipino de 33 años sin antecedentes de haber viajado fuera del país.
En el caso de China, está adoptando un enfoque proactivo para tratar de contener la propagación del virus dentro de sus fronteras, e implementando estrictos controles sanitarios en sus pasos fronterizos. Las autoridades aduaneras informaron de que todos los vuelos y embarcaciones, incluyendo carga y contenedores procedentes de países o regiones afectados, deberán cumplir con estrictas medidas de control sanitario al ingresar al país. Aquellas personas que hayan estado en contacto con casos confirmados o que presenten síntomas relacionados deberán declararlo a su entrada al gigante asiático. Estas medidas de control tendrán una vigencia de 6 meses, y la lista de países afectados se actualizará periódicamente de acuerdo a la información proporcionada por la OMS sobre la evolución de la situación epidemiológica a nivel global.
El brote global de mpox de 2022 permitió a los expertos identificar un patrón característico de presentación de la enfermedad. Los síntomas iniciales incluyen fiebre alta, dolores de cabeza, dolores musculares, inflamación de ganglios linfáticos y agotamiento. Posteriormente aparece una erupción cutánea que comienza en la cara y se extiende al resto del cuerpo, incluidos los genitales. Las lesiones cutáneas evolucionan de manchas a vesículas dolorosas que luego forman costras. La infección suele durar de 2 a 4 semanas, y los pacientes pueden contagiar hasta que remiten los síntomas. Algunas complicaciones documentadas incluyen problemas gastrointestinales, neumonía e infecciones bacterianas que pueden derivar en sepsis.
Actualmente existen tres vacunas que protegen contra la viruela símica: la MVA-BN (fabricada por Bavarian Nordic), la LC16 (fabricada por KM Biologics) y la OrthopoxVac (autorizada en Rusia).Todas ellas tienen su origen en las inmunizaciones contra la viruela. Los dos virus están estrechamente relacionados, y algunos expertos han planteado la hipótesis de que el mpox ha florecido debido a la caída de la inmunidad frente a la viruela, que fue erradicada en 1980, tras una campaña mundial de vacunación.
Este virus fue descubierto en 1958 cuando se registraron dos brotes de una enfermedad similar a la viruela en colonias de monos criados para investigación. Aunque se le denominó “viruela del mono”, el origen exacto de este patógeno sigue siendo desconocido. Los científicos sospechan que los roedores africanos y los primates no humanos, como los monos, podrían ser los huéspedes naturales del virus y fuente de infección para los seres humanos. El primer caso humano confirmado de viruela símica se detectó en 1970 en la República del Congo. Después de permanecer en gran medida confinado a ciertas regiones de África durante décadas, el mpox irrumpió en el escenario mundial hace dos años, extendiéndose a múltiples países.
Fuente: LA RAZÓN