Un padre de familia, que solicitó su anonimato, denunció que al interior de la cárcel de Cantumarca habría un grupo de reclusos que extorsionarían a las personas que son privadas de libertad de forma preventiva. Su hijo, según él, es víctima de este grupo.
Por “derecho de piso”, es decir, por ingresar a la cárcel, una persona debe cancelar la suma de 950 Bolivianos. Si el interno se resiste a pagar esa suma es objeto de una presión psicológica, pero además de trabajos de limpieza de baños de toda la cárcel, afirmó el ciudadano, a través de un contacto telefónico.
El padre de familia lamentó que las autoridades de seguridad de la cárcel no hagan nada para frenar este tipo de abusos y extorsiones de dinero, ya que incluso existiría el castigo corporal si uno no paga el “derecho de piso”.