El ídolo de la selección de Francia, autor de 13 goles en la Copa del Mundo de Suecia 1958, falleció a los 89 años
La carrera como jugador de Just Fontaine estuvo truncada por las lesiones, aunque eso no le impidió dejar una gran huella sobre el terreno de juego. Hizo su desembarco en la liga francesa para jugar en Niza en 1953 y marcó 17 goles en su primera temporada en la Primera División.
Ganó la Copa de Francia (1954) y luego el campeonato (1956) con el Aiglons, antes de fichar por el Stade de Reims en 1956. Fue con ese equipo con el que llegó a la final de la Copa de Europa en 1959, donde perdieron contra Real Madrid, pero logró acumular varios títulos domésticos, ganando tres Ligas (1958, 1960 y 1962) y una Copa Nacional (1958).
Su carrera excepcional quedó interrumpida el 1 de enero de 1961 cuando sufrió una doble fractura en la pierna izquierda durante un partido de campeonato en Sochaux. De regreso al césped, su pierna volvió a ceder y con solamente 27 años tuvo que abandonar el fútbol en 1962, tras registrar 165 goles en 200 partidos de la Liga francesa y 30 goles en 21 presentaciones con la selección de Francia.
Fuera del terreno de juego, fue co-fundador del sindicato de futbolistas (UNFP) en Francia y tuvo un efímero paso como DT la selección de Francia al dirigir dos partidos en 1967. Tiempo después, Just Fontaine se unió a Daniel Hechter para dirigir el Paris Saint Germain y devolvieron al equipo a la primera división en 1974. También tuvo una experiencia en la selección de Marruecos a principios de los ‘80 y se retiró definitivamente de los banquillos cuando abrió varias tiendas deportivas.
Fuente: Infobae