Títulos como “Everything Everywhere All at Once” y “Sin novedad en el frente”, tanto como “Causeway” y el protagónico de Andrea Riseborough en “To Leslie” llegaron por vías alternativas al gran escenario del cine global
Cuando el pasado martes se anunciaron las nominaciones a la 95ª edición de los Premios de la Academia, la mayoría de los nombres convocados llevaban meses en desventaja. Pocos se sorprendieron de que éxitos como Top Gun: Maverick, Avatar: la forma del agua y Elvis pasaran el corte. También la feroz interpretación de Cate Blanchett en Tár o el desgarrador regreso de Brendan Fraser en The Whale.
Incluso la pequeña película de este año, la caleidoscópica aventura de artes marciales y terror existencial Everything Everywhere All at Once, cumplió las expectativas de la sabiduría convencional. Con el mayor número de nominaciones del día (11), esta sensación del cine de arte y ensayo continúa su sigilosa campaña de dominación mundial, iniciada por el estudio independiente A24 en abril de 2022 y convertida en un fenómeno de culto durante el verano boreal, gracias al boca a boca y a la obsesiva repetición de vistas.
La devoción de los fans de Everything Everywhere All at Once ayudó a convertirla en un gran éxito. La película -dirigida por Daniel Kwan y Daniel Scheinert, conocidos como “los Daniel” por los entendidos- se convirtió en la primera película de A24 en superar los 100 millones de dólares en boleterías. Además, la simpatía de su equipo creativo la ha convertido en la ganadora de la temporada de premios. Incluso a los espectadores que consideran la película demasiado repetitiva e indisciplinada les ha resultado difícil resistirse a la seriedad y visión arriesgada de los Daniels. Y nadie es inmune al encanto y la convincente narrativa de sus estrellas: la decana de las artes marciales y nominada a actriz principal Michelle Yeoh, y Ke Huy Quan, más conocido por interpretar a “Short Round” en Indiana Jones y el templo maldito (1984), ahora nominado a mejor actor de reparto tras una carrera más bien discreta.
Hasta aquí, todo previsible. Pero justo cuando los observadores avezados de los Oscar estaban pensando en nuevas formas de decir “sospechosos habituales”, se vieron sorprendidos por auténticas sorpresas. Aunque a los fans de Tom Cruise les decepcionó que la estrella de Top Gun no recibiera una nominación por su papel en la película que hizo que el público volviera a los cines en 2022, los fans de Bill Nighy se alegraron porque el siempre alerta y sutil actor recibió por fin su merecida nominación, por una característica y discreta interpretación en Living. Y los admiradores de Paul Mescal -hasta ahora más conocido por coprotagonizar la serie Normal People– estaban encantados de que se le reconociera por Aftersun, un drama impresionista sobre la mayoría de edad, en donde interpreta a un padre con problemas, que lleva a su hija de vacaciones a Turquía. Lo mismo puede decirse de Brian Tyree Henry, cuyo papel secundario en Causeway, junto a Jennifer Lawrence, ha sido muy elogiado por una conmovedora seguridad en sí mismo.
Living, Aftersun y Causeway son precisamente el tipo de películas pequeñas y poco vistas que están preparadas para recibir un impulso de los cinéfilos curiosos por ver de qué va todo este alboroto. También son un ejemplo de lo importante que puede ser la creación de grupos de apoyo en una campaña de los Oscar, incluso cuando se supone que es relativamente tarde.
Mientras que un tapado designado como Everything Everywhere All at Once desarrolló su campaña promocional a lo largo de casi un año, al menos dos de las últimas en llegar han demostrado que encontrar a tu gente y atraerla puede funcionar, aún sobre la marcha. Andrea Riseborough, que interpreta sin vanidad a una alcohólica que toca fondo en el drama naturalista To Leslie, no aparecía prácticamente por ninguna parte en la conversación oficial sobre los Oscar en octubre, cuando la película se estrenó en unos pocos cines y en streaming. Pero Riseborough había estado ganando apoyos por su interpretación en poderosos recintos desde que To Leslie se estrenó en el festival South by Southwest, la primavera boreal anterior.
Según informes recientes de Variety e IndieWire, el guionista y director de la película, Michael Morris, y su esposa, la actriz Mary McCormack, empezaron a reclutar defensores durante el verano. Su amigo Howard Stern habló maravillas de Riseborough y de la película en su programa de radio Sirius XM, al igual que hicieron poderosos aliados como Charlize Theron y Edward Norton. (Morris ha dirigido episodios de series de televisión como Better Call Saul, Shameless y Bloodline). Una vez que Riseborough recibió una nominación a los premios Independent Spirit en noviembre, empezó a crecer el impulso orgánico entre sus colegas actores -la rama más numerosa de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas-, y figuras de la talla de Gwyneth Paltrow, Jane Fonda, Kate Winslet y Mia Farrow se sumaron a su campaña popular, dándole bombo en las redes sociales y organizando proyecciones para los creadores de tendencias.
La última vez que un actor hizo algo remotamente parecido fue en 2011, cuando Melissa Leo sacó sus propios anuncios comerciales por su papel secundario en The Fighter. Pero la campaña de Riseborough, aunque sin duda facilitada por su equipo de dirección y relaciones públicas, es el resultado de que sus colegas vieran su actuación y abogaran por ella, más o menos como se supone que funciona el sistema. Lo mismo podría decirse de Sin novedad en el frente, que recibió la sorprendente cifra de nueve nominaciones, incluida la de mejor película.
La adaptación de Edward Berger -la primera versión en alemán de la novela de Erich Maria Remarque sobre la Primera Guerra Mundial- es una película de Netflix, pero su nominación no fue el resultado de una de las campañas notoriamente agresivas del servicio de streaming. Se basó en el aprovechamiento reflexivo y estratégico del apoyo constante que la película se ha ganado entre los espectadores, especialmente en los gremios artesanales, donde ha sido reconocida por su magnífica fotografía, diseño de sonido y efectos visuales.
Sin duda, Sin novedad en el frente también se ha beneficiado de los cambios acaecidos en la Academia en los últimos cinco años, en los que se ha producido un aumento espectacular del número de miembros no estadounidenses de la organización. Los resultados de la internacionalización de la Academia ya se han visto en victorias tan innovadoras como la de Parásito como mejor película en 2020. (Sin novedad en el frente recibió 14 nominaciones a los BAFTA).
Este año, los buenos resultados de Sin novedad en el frente y la sátira contemporánea Triángulo de tristeza -nominada a mejor película, director y guión- sugieren que los Oscar tienen un alcance poderoso y global. Y el éxito de actores como Nighy, Mescal, Henry y Riseborough plantea la alentadora perspectiva de que la inevitabilidad no reside en enormes gastos corporativos, sino en algo tan matizado y fundamental como una gran interpretación, y punto.
“La idea de que se necesitan recursos infinitos no creo que sea necesariamente cierta”, declaró Riseborough a Marc Malkin, de Variety. “La gente que se ha asegurado de ello es nuestra comunidad”.
Fuente: INFOBAE