“El día de hoy (martes) las calles estaban medio vacías porque en las casas se espera a los seres queridos. No se dejó de lado a Todos Santos, yo pienso que sigue a pesar de la existencia de Halloween. Los jóvenes y niños que celebran Halloween tarde o temprano continuarán con la tradición de Todos Santos”, señaló Chuquimia.
La fiesta de Todos Santos se festeja cada 1 de noviembre, donde se dice que las almas de los difuntos bajan a la tierra para disfrutar de un altar instalado por sus familias, con varios elementos que son característicos de esta celebración y que recuerdan cómo era la vida del que partió y el 2 de noviembre se despacha al difunto.
“Hay dos momentos; el familiar que es en las casas, donde primero se arma las mesas con los panes, t’antawawas, frutas y todo lo que le agradaba al difunto y se espera en familia la llegada de la almita. Al día siguiente se levanta la mesa con una persona que no es muy cercana a los familiares y después se dirigen al cementerio”, indicó.
Actualmente, muchas familias incorporaron distintos elementos en las mesas tradicionales y cambiaron la forma de hacer rezar los elementos de dicha mesa, según Chuquimia esto no tergiversaría la tradición, ya que tendría un mismo fin.
“La función que cumple (los elementos de la mesa) no va a cambiar, lo hacemos en honor a nuestras almitas y a nuestros difuntos, lo recordamos y es un buen momento para que todos nos reunamos y estemos en comunidad, es parte de la cultura”, manifestó.
Por otro lado, en las comunidades se festejaría con mucha más fuerza la festividad de Todos Santos y las tradiciones serían muy marcadas. “En el campo esta costumbre es bien arraigada, es bien concurrida e incluso los rezos que hacen los niños (los resisiris) es bien fuerte, la música igual”, complementó.