Las inundaciones afectan varias ciudades y pueblos de la isla de Mindanao desde el jueves. La situación en el sur del país podría agravarse con la llegada de una tormenta tropical esperada para este domingo. Un promedio de 20 tifones y tormentas azotan Filipinas cada año
Las inundaciones y desprendimientos de tierra provocados por las fuertes lluvias están provocando decenas de muertos al sur de Filipinas. Al menos 31 personas han muerto según confirmaban fuentes de la defensa civil local de la isla de Mindanao en la tarde de ayer viernes en un balance que va aumentando y que podría agravarse con la llegada de una tormenta tropical esperada para este domingo.
Las fuertes lluvias empezaron el jueves por la noche en esta empobrecida región bajo autogobierno musulmán después de décadas de rebelión separatista armada. Según los servicios meteorológicos en Manila, estos fenómenos fueron en buena parte causados por la aproximación de la tormenta tropical Nalgae, situada más al noreste y que debe llegar al archipiélago durante el fin de semana. El servicio meteorológico estatal no descarta que toque tierra en la isla de Sámar este viernes, mucho antes de lo previsto. Cerca de 5.000 personas fueron evacuadas de las comunidades propensas a inundaciones y deslizamientos de tierra, dijo la oficina de defensa civil.
Las inundaciones afectan varias ciudades y pueblos de la isla de Mindanao desde el jueves, según el portavoz y jefe de la defensa civil local, Naguib Sinarimbo. “El agua comenzó a entrar en las casas antes del amanecer”, contó a la AFP. El funcionario precisó este viernes que los rescatistas recuperaron 16 cuerpos en la población de Datu Odin Sinsuat, 10 en Datu Blah Sinsuat y cinco en la ciudad de Upi. Un balance anterior daba cuenta de 13 muertos. Sinarimbo relató que varias personas fueron rescatadas tras lograr subir a los tejados de sus casas. Equipos de emergencia y unidades militares están patrullando otras áreas donde se produjeron inundaciones y desprendimientos de tierra.
Un promedio de 20 tifones y tormentas azotan Filipinas cada año matando a personas y ganado y destruyendo granjas, casas, carreteras y puentes, aunque el sur rara vez se ve afectado. Los científicos han advertido que las tormentas se están volviendo más poderosas a medida que el planeta se calienta debido al cambio climático.