Hasta ahora, la herramienta de creación de vídeos solo estaba disponible en una versión beta para unos pocos privilegiados.
Sin duda fue (y probablemente será) una de las noticias tecnológicas del año dado su potencial, tanto el positivo como el negativo. La llegada de Sora, la herramienta de creación de vídeos mediante inteligencia artificial desarrollada por OpenAI, ha sido muy bien recibida, pero también criticada. Capaz de convertir indicaciones de texto en videos de 60 segundos, solo estaba disponible en una versión de prueba para unos pocos usuarios, pero ahora sus responsables confirman que estará disponible públicamente más adelante en 2024.
El modelo de IA de texto a video llamó la atención por su capacidad para crear videos basados en indicaciones de texto, con algunos ejemplos casi indistinguibles de capturas de video reales. Pero aun así eran muchas las incógnitas sobre sus verdaderas capacidades y, a medida que se comenzaron a analizar los vídeos, muchas de las alabanzas se transformaron en dudas.
Sobre todo teniendo en cuenta que los únicos ejemplos que hemos visto llegaban directamente desde OpenAI, algo que muy pronto cambiará. En una reciente entrevista con The Wall Street Journal, Mira Murati directora de Tecnología de OpenAI confirmó que Sora llegará “definitivamente este año” y potencialmente en “unos meses” al público.
La entrevista también confirmó que OpenAI tiene como objetivo permitir a los usuarios “editar” la salida solicitando directamente solucionar problemas en los videos. Eso sí, el modelo no funcionará con audio por el momento.
Una de las preguntas más frecuentes respecto a Sora estaba vinculada con la fuente de los datos que utilizaba esta herramienta. De acuerdo con Murati se utilizaron videos “disponibles públicamente” y videos con licencia de Shuttershock para entrenar el modelo. Si en estos vídeos también se incluía como fuente YouTube es algo que Murati prefirió no responder.Así como tampoco los filtros que tendría la tecnología para no convertirse en una herramienta capaz de violar ciertas leyes.
Fuente: LA RAZÓN ESPAÑA