Hoy, 14 de febrero, fecha muy reconocida porque se celebra el día de San Valentín o día de los enamorados, pero la comunidad cristiana observa el Miércoles de Ceniza, una conmemoración litúrgica cuya fecha fluctúa entre el 4 de febrero y el 10 de marzo de cada año, para saber la fecha esto se calcula con la siguiente formula:
Se comienza contado hacía atrás 46 días desde el Domingo de Resurrección que empieza según el ciclo lunar y el equinoccio de primavera, pero como los domingos no se cuentan en los cuarenta días de la Cuaresma, se debe añadir los seis domingos que hay dentro de esos 46 días. En resumen es: Domingo de Resurrección – 46 días + 6 domingos= Miércoles de Ceniza. Marcando el comienzo de la Cuaresma, un período significativo que antecede a la celebración de la Semana Santa.
Origen del Miércoles de Ceniza
El Miércoles de Ceniza tiene sus raíces en el siglo II, cuando los cristianos empezaron a prepararse para la Pascua con dos días de ayuno y penitencia. Con el tiempo, esta práctica se extendió a lo largo de la Semana Santa y fue normalizada en 325 D.C. durante el Concilio de Nicea, estableciendo así un período de 40 días. Este número tiene profundo simbolismo para el cristianismo, alineándose con los 40 días que Jesús pasó en el desierto, los 40 años de la travesía del pueblo de Israel en el desierto, así como los días de ayuno de Moisés en el Sinaí y de Elías el Horeb.
Según el Vaticano, inicialmente, la Cuaresma comenzaba seis domingos antes de la Pascua. Sin embargo, dado que los domingos no eran días de ayuno, en el siglo V se separaron el Jueves y el Viernes Santo del Triduo Pascual – la Pasión de Cristo- y del Domingo de Pascua, para incluirlos en la Cuaresma. Con el tiempo, la Cuaresma se adelantó cuatro días, dando lugar al actual Miércoles de Ceniza.
Prácticas de Ayuno y Abstinencia
En este día de ayuno y abstinencia, los fieles se acercan al altar de la misa para recibir la señal de la cruz en la frente con cenizas. Estas cenizas provienen de la quema de las palmas bendecidas en el Domingo de Ramos del año anterior. El sacerdote, al marcar cada frente, pronuncia las palabras: “Recuerda, hombre, que polvo eres y al polvo volverás” o “Conviértete y cree en el Evangelio”. Este gesto simboliza la fugacidad de la vida terrenal y la dependencia del ser humano en la gracia divina.
Según la tradición, durante este periodo el ayuno es obligatorio para los cristianos de entre 18 y 59 años, permitiéndose solo agua y comidas ligeras entre las 6:00 y las 18:00 horas. Además, durante toda la cuaresma, se prohíbe el consumo de carne roja para aquellos mayores de 14 años.
El significado de la Penitencia
En sus inicios, el inicio de la cuaresma también marcaba el comienzo de la penitencia pública para aquellos culpables de delitos graves como asesinato y adulterio. Este periodo se destacaba por la introspección, la penitencia personal y la búsqueda de la reconciliación espiritual.
Fuente: LA RAZÓN ESPAÑA