El narcotraficante relató que unos amigos le invitaron droga cuando iba a discotecas y eso lo motivó a vender. Sin embargo, señaló que no está de acuerdo con la legalización.
El narcotraficante Sebastián Marset contó en la entrevista del programa uruguayo Santo y Seña cómo empezó a traficar droga luego de consumirla cuando era adolescente, dijo que no está de acuerdo con la legalización de los estupefacientes y que es un hombre “tranquilo”.
“Soy correcto. Profesional en lo que hago. El que vende, no consume. No me gusta la joda, no me gusta usar drogas. Soy de familia, tranquilo, mi casa, mis cosas”, declaró Marset.
Durante la primera parte de la entrevista, contó que empezó a traficar droga “de chico”, luego de probar “alguna que otra cosa” mientras iba a las discotecas, donde algunos amigos le invitaron estupefacientes. Esa experiencia lo motivó a introducirse en el mundo del narcotráfico, pero como vendedor y ya no consumidor.
También habló sobre su experiencia en la cárcel, cuando fue aprehendido en 2013 por tráfico de droga. Permaneció recluido durante cuatro años, hasta 2017. En ese tiempo dijo que estuvo en una celda para 3 personas donde, en realidad, vivían 13.
En la cárcel se aprende mucho. Estuve más de cuatro años. Se aprende lo bueno y lo malo. Hay personas que aprenden solo de lo malo, pero hay muchas cosas que uno se lleva también, positivas. Yo aprendí mucho, me sirvió bastante”, contó.
Sobre las cosas ‘buenas’ de estar preso, Marset apuntó: “Yo era muy bueno, aprendí cosas que me llevaron a llegar donde estoy ahora. No por el tema de delincuencia, sino por cuidarme. El negocio que elegí no es muy bueno, es de mucha traición. Aprendí cómo cuidarme”.
Expresó que es difícil confiar en las personas en el narcotráfico, por lo que debió aprender a reconocer mejor con quiénes contar.
Por otro lado, también habló sobre la legalización de las drogas, como en Uruguay, donde es permitido el uso recreativo de marihuana. Dijo no estar de acuerdo, entre otras cosas, porque “siendo legal, tiene acceso cualquier persona”.
“Pienso que haciendo legal la marihuana, tienen más acceso los niños, los más pequeños”.
Sin embargo, coincidió con el expresidente uruguayo José Mujica, quien aprobó el uso legal de marihuana para “robarle parte del mercado de la droga” a los narcotraficantes, y así afectar su producción.
“La droga da dinero, otro fin (para legalizar) no le encuentro (…). Narcotráfico legal, autorizado por ellos (gobiernos), otra mafia”, indicó.
Los periodistas del programa Santo y Seña dijeron que Marset procura llegar a una negociación y por eso accedió a la entrevista. Ese sería su móvil.
Otro punto relevante en la charla fue la revelación de que Marset no está casado oficialmente con Gianina García, su pareja y madre de sus hijos, pero se conocen desde que eran niños y se volvieron a encontrar años después para formalizar su relación.
A lo largo de la entrevista, el narcotraficante afirmó que no involucró a su familia en ninguno de sus negocios y que ellos son inocentes de todos los cargos de los que se los acusa.
“Mi hermano nunca hizo nada para mí, yo no mezclo mi familia en mis cosas, nada que ver. Dicen cosas que no tienen cómo comprobar (…) Cuando hablan de mi familia en todas mis cosas: nunca metí a mi familia, no hay nadie de mi familia adentro y nunca pienso meter a mi familia”, dijo el capo.
Esto debido a que se lo acusó de darle un auto a cambio de su trabajo, lo que Marset negó y afirmó que le regaló el vehículo por su cumpleaños, porque él soñaba con eso cuando tenía su edad.
UN VIAJE A CIEGAS Y LAS CONDICIONES
La periodista Patricia Martín, quien fue la encargada de entrevistar a Marset, contó varios detalles de su experiencia en el encuentro con el narco.
Afirmó que el vuelo duró más de una hora según estima ya que no tenía celular, y que permaneció en la casa de Marset durante dos días.
“Algo que me preguntaron es si me habían vendado los ojos o si me encapucharon, a pedido de él no lo hicieron. Pero sí me pidieron cumplir determinadas medidas”, dijo Martín.
Por ejemplo, contó que, cuando estaban llegando al lugar, bajaron las cortinas y le pidieron mirar hacia abajo.
Luego, la subieron a una camioneta que la llevó a un segundo vuelo, que fue el que la dejó en la casa de Marset. Dijo que vio personas armadas, más de 10.
“Le pedí 3 condiciones: La primera fue que yo pudiera viajar con su abogado de Uruguay (…) La segunda fue que él me dejara avisar a mi familia y a vos Nacho (presentador) que yo estaba bien. Y la tercera: yo soy periodista y te voy a hacer las preguntas que yo quiera y vos ves si contestas”, relató Martín.
Finalmente, detalló que habló con la pareja de Marset y que le contó que ella no está de acuerdo con muchas cosas que él hace, pero que lo apoya.
Fuente: OPINIÓN
