La falta de déficit de lluvias está afectando seriamente a la fábrica de calaminas de Potosí porque sus ventas bajaron considerablemente a la fecha.
Su gerente, Dilver Navarro, afirmó que el fenómeno natural de la sequía también afecta a la empresa potosina porque sin lluvia no hay venta de calaminas para evitar, quizá, las goteras.
El funcionario de la Gobernación reconoció que a partir de agosto aumentaba la venta de calaminas y clavos. Por ejemplo, el año pasado ya llovía, pero este año la cosa cambió.
Por ello, Navarro promociona que hoy en día los clavos y calaminas se ofertan con el 5 por ciento de rebaja para todas las personas que así deseen adquirir el producto “made-in” Potosí.
Afirmó que la oferta de venta es la más barata del mercado nacional y sugirió a las personas comprarlas en las dimensiones que así lo requieran. “Hay desde los 1 metro hasta los 21 metros”, afirmó.