Se han realizado nuevos hallazgos que han permitido reabrir uno de los mayores misterios relacionados con los felinos: cómo ronronean los gatos. Un reciente estudio científico ha arrojado luz sobre este fenómeno que ha intrigado a los amantes de los gatos durante años.
El ronroneo de los gatos es una forma única de comunicación que los felinos utilizan en diversas situaciones, como cuando están relajados, contentos o en busca de atención. A pesar de que este comportamiento es común en los gatos domésticos, hasta ahora no se entendía completamente cómo lo producían.
Según los investigadores, el ronroneo de los gatos se produce debido a la vibración de sus cuerdas vocales y los músculos de la laringe. Estas vibraciones generan un sonido característico que se percibe como un ronroneo. Además, se ha descubierto que esta actividad puede estar relacionada con la liberación de endorfinas, lo que podría explicar por qué los gatos ronronean en situaciones de estrés o dolor.
El estudio también ha revelado que existen diferencias entre el ronroneo de los gatos domésticos y el de sus parientes salvajes. Los investigadores sugieren que esto podría deberse a la domesticación de los gatos y a su convivencia cercana con los humanos, lo que ha llevado a una adaptación en su forma de comunicarse.
Estos nuevos hallazgos no solo ayudan a entender mejor a los gatos, sino que también tienen implicaciones en el campo de la medicina veterinaria. El ronroneo de los gatos se ha asociado con la reducción del estrés, la promoción de la curación de fracturas y la disminución de los síntomas del asma, por lo que comprender cómo se produce este ronroneo puede tener beneficios terapéuticos para los animales.
En resumen, los nuevos hallazgos sobre cómo ronronean los gatos han revelado que este comportamiento se produce por la vibración de las cuerdas vocales y los músculos de la laringe. Además, se ha observado que existen diferencias entre el ronroneo de los gatos domésticos y los salvajes, lo que sugiere una adaptación en la comunicación de los felinos debido a la influencia humana. Estos descubrimientos no solo amplían nuestro conocimiento sobre los gatos, sino que también pueden tener aplicaciones terapéuticas en el campo de la medicina veterinaria.
Fuente: EL PAÍS