Sánchez Berzaín señala que el “derrocamiento” de Goni no se habría producido sin la “traición” de Carlos Mesa, quien fuera el vicepresidente de la última gestión de Sánchez de Lozada.
Carlos Sánchez Berzaín, quien fuera el ministro de Defensa del Gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada y se fuera con él a Estados Unidos tras la masacre de octubre de 2003, publicó un artículo de opinión para referirse a la llamada Guerra del Gas.
A decir de Sánchez de Berzaín, el 2003 en Bolivia hubo un “Golpe de Estado” en contra de Goni para convertir al país, dice, en un “narcoestado”.
“Han pasado 20 años del 17 de octubre de 2003 en que el presidente constitucional de la República de Bolivia Gonzalo Sánchez de Lozada y su gobierno de coalición fueron derrocados violentamente iniciando un proceso que presenta hoy un país sin democracia, sin república, sin respeto a los derechos humanos, sin mar, sin gas, sin economía, sin seguridad y sin soberanía. La realidad de Bolivia y el esclarecimiento histórico de los hechos, demuestran que lo que el socialismo del siglo 21 llamó “guerra del gas” fue un “golpe de estado contra el pueblo boliviano” que ha convertido a Bolivia en dictadura y narcoestado”, señala en su artículo publicado en Infobae.
En ese sentido, Sánchez Berzaín señala que el “derrocamiento” de Goni no se habría producido sin la “traición” de Carlos Mesa, quien fuera el vicepresidente de la última gestión de Sánchez de Lozada.
El exministro reprocha a Mesa por “firmar decretos de amnistía” a quienes lideraron las protestas contra Goni, entre ellos, según Sánchez Berzaín, a Evo Morales.
“En 20 años ha quedado claro que el derrocamiento del presidente de Bolivia en 2003 no se hubiera producido sin la traición de su vice presidente Carlos Mesa quien luego de asumir el mando con su felonía, firmó decretos de amnistía a los derrocadores para permitir la impunidad de Evo Morales y su candidatura a la presidencia e impulsó la persecución política judicializada de los derrocados. La amnistía es “perdón de delitos” y los decretos en sí mismos confiesan los crímenes cometidos, que incluyen a Mesa”, señaló.
Acto seguido, cuestiona el incremento de los cultivos de coca en el país y reitera su idea de que Bolivia se convirtió en un “narcoestado” desde la salida de Goni.
“El pueblo boliviano no tiene seguridad, no tiene dólares, no tiene economía, no tiene independencia y sigue la conspiración para destrozar la “nación boliviana”. El golpe de 2003 le arrebató el poder y la libertad al pueblo boliviano. Fue un golpe contra Bolivia y los bolivianos”, concluye.
El texto de Sánchez Berzaín llega días después de que se conociera que él y Sánchez de Lozada llegaron a una conciliación con los familiares de las víctimas de octubre negro para el pago de una indemnización, tras perder un juicio civil en Estados Unidos.
Fuente: OXÍGENO.BO