Un estudio de la Universidad de California Davis ha relacionado el color del pelaje de los gatos con la agresividad. Esto puede llevar a prejuicios injustos y decisiones de adopción mal informadas.
Los gatos son maravillosos compañeros y miembros valiosos de muchas familias. Sin embargo, es triste saber que algunos gatos enfrentan desafíos adicionales para encontrar un hogar debido a estereotipos basados en el color de su pelaje. En particular, un estudio de la Universidad de California Davis publicado en Journal of Applied Animal Welfare Science ha relacionado el color del pelaje de los gatos con su nivel de agresividad, concluyendo, entre otras cosas, que los gatos monocromáticos son más tranquilos. Esto podría perjudicar enormemente la reputación de determinadas variedades.
El sesgo de la percepción y el problema del comportamiento
El estudio se sirvió de 1274 encuestas online que recopilaban información sobre el color del manto y el comportamiento de los gatos. Sin embargo, este estudio está basado en la percepción de las personas sobre el comportamiento de sus gatos en momentos de estrés agudo como son las visitas al veterinario o la interacción forzada con un extraño.
¿De qué depende el comportamiento de los gatos?
Es importante reconocer que el comportamiento y el carácter de los gatos, al igual que en las personas, están determinados por una combinación de genética y ambiente. Si bien ciertas características pueden estar asociadas con el color del pelaje, como el caso de los gatos tricolores, donde en su mayoría son hembras, esto se debe a la genética del color del pelo relacionada con el cromosoma X, pero no con la agresividad.
Como dato curioso, los pocos machos tricolores que aparecen son estériles y presentan tres cromosomas sexuales XXY (síndrome de klinefelter).
Asignar etiquetas basadas en el color del pelaje puede afectar negativamente las posibilidades de adopción de un gato, al igual que ocurre con los perros negros o atigrados, perpetuando estereotipos injustos.
El factor salud y la importancia de la adopción responsable
Es fundamental comprender que el color del pelaje de un gato no determina su comportamiento, pero puede indicar ciertas condiciones de salud. Por ejemplo, se ha asociado erróneamente la sordera con los gatos blancos. Sin embargo, la sordera en gatos está relacionada con problemas congénitos específicos y no es una norma común para todos los gatos blancos. Además, los gatos sordos blancos suelen tener ojos azules. Estas características sensoriales atípicas son el resultado de defectos congénitos y no deberían ser generalizadas a todos los gatos con pelaje blanco.
Al igual que en los perros, la selección de ciertos colores de pelaje, como el color merlé, puede estar relacionada con patologías y problemas de bienestar. Sin embargo, es importante comprender que el problema radica en la salud en sí misma y no en el color del pelaje. El enfoque correcto debe ser fomentar la adopción responsable, que incluya la educación sobre las necesidades y cuidados de cada individuo felino, en lugar de basar las decisiones de adopción en estereotipos superficiales.
El impacto de la socialización en los gatos:
La socialización temprana desempeña un papel vital en el desarrollo de los gatos y su capacidad para adaptarse a un hogar humano. Los gatitos que tienen una interacción positiva y constante con humanos desde una edad temprana tienen más probabilidades de convertirse en compañeros afectuosos y confiados. Estos gatos suelen ser más sociables y se adaptan mejor a los entornos domésticos.
Por otro lado, los gatos que no han tenido una socialización adecuada desde pequeños pueden presentar dificultades para adaptarse a un hogar humano. Estos casos son comunes en gatos ferales o comunitarios, cuyo contacto con los humanos es limitado o inexistente. Estos gatos, al no haber experimentado interacciones positivas con las personas, pueden mostrarse temerosos, cautelosos o incluso agresivos hacia los humanos.
La influencia del entorno en el comportamiento del gato
Es importante tener en cuenta que el entorno en el que un gato ha crecido y ha sido socializado es un factor determinante en su comportamiento y actitud hacia los humanos. Los gatos que nacen y crecen en hogares, donde se les brinda atención, cuidado y estímulo adecuados, tienen más probabilidades de desarrollar una personalidad equilibrada y confiable.
En contraste, los gatos callejeros o abandonados, que han tenido que enfrentarse a situaciones difíciles en su entorno, pueden mostrar una actitud más reservada y desconfiada hacia los humanos. Estos gatos han tenido que lidiar con la falta de alimentos, refugio y contacto humano regular, lo que puede afectar su capacidad de socialización y su disposición para formar vínculos con las personas.
Promoviendo la adopción sin prejuicios
Todos los gatos, sin importar el color de su pelaje, tienen el potencial de convertirse en excelentes compañeros y miembros de la familia. La diversidad en el color del pelaje no debe ser motivo de discriminación ni influir en la adopción de un gato. Para promover la adopción responsable, debemos enfocarnos en la educación, la comprensión y la aceptación de que cada gato es único, independientemente de su color. Es hora de romper los estereotipos y brindar a todos los gatos la oportunidad de encontrar un hogar lleno de amor y cuidado.
Fuente: MUY INTERESANTE