El Gobierno de la isla culpa a los “grupos anticubanos” del atentado, que ocurre solo horas después del regreso del presidente Miguel Díaz-Canel a La Habana desde Nueva York
El Gobierno de Cuba calificó este domingo de “ataque terrorista” el lanzamiento de dos cócteles molotov contra su embajada en Washington, aunque según las primeras informaciones, no hubo daños al personal diplomático. “La embajada de Cuba en EE UU fue objeto de un ataque terrorista”, dijo el canciller cubano, Bruno Rodríguez, en su cuenta X, antes Twitter.
El ataque se produce una horas después de que el presidente Miguel Díaz-Canel regresara a La Habana tras haber pasado toda la semana en Nueva York, donde asistió a la Asamblea General de Naciones Unidas y mantuvo una intensa actividad diplomática como presidente pro tempore del G77+China.
El grupo celebró su cumbre anual la pasada semana en Cuba, con la presencia de representantes de 116 países y 12 entidades multilaterales, entre ellos, el secretario general de la ONU, António Guterres.
Durante la visita de Díaz-Canel en Nueva York, se registraron diversas manifestaciones de cubanos en el exilio en contra de su presencia en la cita de Naciones Unidas. “Los grupos anticubanos acuden al terrorismo al sentir impunidad, algo sobre lo que Cuba ha alertado a autoridades estadounidenses reiteradamente”, dijo Rodríguez en sus redes sociales.
Al rechazo de Cuba se unió en la noche del domingo Venezuela, a través de su ministro de Relaciones Exteriores, Yván Gil. “Condenamos este nuevo ataque terrorista en contra de la integridad soberana de Cuba, y nos solidarizamos con su pueblo y autoridades”, manifestó.
Es la segunda vez que se registra un ataque violento contra la sede diplomática de Cuba en Washington desde su reapertura en 2015. En abril de 2020, un hombre disparó en varias ocasiones al edificio con un fusil de asalto y provocó daños a la estructura. En aquella ocasión, Rodríguez culpó a EE UU de propiciar el ataque, alegando que “hay una conexión indisimulable y inocultable entre la política agresiva de odio y de instigación a la violencia que sigue el gobierno de Estados Unidos”.
El ataque es un capítulo más a las tensas relaciones entre EE UU y Cuba. Donald Trump incluyó a la isla en el listado de países patrocinadores del terrorismo ―que sólo comparte con Siria, Corea del Norte e Irán― y echó por tierra el deshielo que inició Barack Obama durante su Administración.
Fuente: EL PAÍS