La esquizofrenia es un trastorno psicótico grave, caracterizado por alucinaciones y delirios, que cura hasta en el 90 por ciento de los casos con psicosis. Este trastorno, que afecta a aproximadamente 24 millones de personas en el mundo –según la Organización Mundial de la Salud– provoca una alteración notable en la percepción de la realidad, impactando significativamente en la vida cotidiana de las personas afectadas.
Con motivo del Día Internacional de la Esquizofrenia, que se celebra este miércoles, los expertos de la Clínica López Ibor han destacado la importancia de los recientes avances científicos en el campo de la enfermedad, que han brindado nuevas perspectivas para el diagnóstico y tratamiento.
En primer lugar, han mencionado la relación de la esquizofrenia con la genética. En este campo, diferentes investigadores han logrado importantes progresos en la identificación de factores de riesgo genéticos asociados a la enfermedad.
De hecho, un estudio multicéntrico reciente, dirigido por la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai (Estados Unidos), ha descubierto que dos genes desconocidos hasta el momento pueden estar vinculados a la esquizofrenia. Los resultados, publicados en la revista ‘Nature Genetics’, han identificado varias variantes genéticas que aumentan significativamente la susceptibilidad de una persona a desarrollar la enfermedad.
LA IMPORTANCIA DE UN DIAGNÓSTICO PRECOZ
Por otro lado, los expertos recuerdan la necesidad de un diagnóstico precoz para evitar la incapacidad completa del paciente y que pueda mejorar su calidad de vida lo antes posible. Uno de los puntos clave en el tratamiento de la esquizofrenia es la intervención temprana, especialmente después de un primer episodio psicótico (PEP).
Por otro lado, los expertos de la Clínica López Ibor inciden en la importancia de ofrecer “un enfoque intensivo y protocolizado” en las fases iniciales de la enfermedad”. “Es esencial tener en cuenta que la expresión de esta sintomatología es diferente en cada paciente y varía con el tiempo, por lo que es fundamental un abordaje íntegro y preciso, que sea individualizado y que cuente con la supervisión de profesionales especializados en salud mental”, han comentado.
CÓMO SUPERAR EL ESTIGMA
Por otro lado, aseguran que uno de los principales desafíos de la enfermedad es el estigma que todavía la acompaña. De hecho, este estigma, fruto del desconocimiento, desencadena una resistencia por parte de los pacientes a aceptar el tratamiento.
“La falta de conocimiento sobre el diagnóstico y síntomas, el estigma social y la falta de concienciación, son las grandes barreras”, comentan. Por eso, la Clínica López Ibor recalca la importancia de tomar conciencia de la enfermedad y la necesidad de búsqueda de ayuda profesional para conseguir mejorar la calidad de vida de la persona afectada.
Fuente: EUROPA PRESS