Los antisociales se crean cuentas en redes sociales con identidades ajenas, para ofrecerle a los contactos de la otra persona la venta de dólares a domicilio, pidiendo el pago por QR
El Ministerio Público registró desde mediados de julio un incremento de denuncias por casos de estafas cometidas a través de redes sociales, usando como señuelo la venta de dólares, además del hackeo de cuentas para el robo de datos personales. Casi a diario existen nuevos afectados.
La fiscal departamental, Sandra Gutiérrez, señaló el jueves que se logró identificar que el mecanismo más recurrente por parte de los antisociales consiste en crear cuentas en WhatsApp, Facebook, Instagram usando identidades ajenas, es decir, identificando a una persona para “robar” su nombre, fotografía y otros datos para que las víctimas crean que los conocen.
“Nos están llegando todos los días denuncias de este tipo. Hay personas que dicen que van a vender una cierta cantidad de dólares y piden que se les deposite a través de QR. Entonces, antes de realizar el pago, llamen para verificar que realmente se trata de la persona que dice”, explicó.
Venta de dólares
La escasez de la divisa extranjera en bancos y casas de cambio se ha convertido en el principal anzuelo que usan para las estafas virtuales. El modus operandi contempla básicamente en usar nombres de terceras personas para publicar o escribirles a sus contactos ofreciendo venderles dólares, incluso mostrando fotografías de billetes para dar credibilidad a su historia.
Quienes caen, acceden a hacer una transferencia en bolivianos por QR o Tigo Money, creyendo que su “conocido” le llevará los dólares a su domicilio, pero luego del traspaso desaparecen.
La otra modalidad consiste en el hackeo de cuentas, incluyendo de las redes sociales, pero también de otras aplicaciones, como de correo electrónico, los de entidades financieras.
“Están hackeando a muchas personas. Para que tomen en cuenta, están clonando cuentas, usando las fotografías y fingiendo ser otros”, añadió, al mencionar que ya se está investigando cada denuncia específica.
La fiscal expresó su preocupación de que los antisociales que usan este mecanismo pueden estar en cualquier punto del país, lo que dificulta aún más su persecución. Por ello recalcó la importancia de constatar la identidad de las personas con quiénes habla y de no dar datos personales a extraños.
Fuente: EL PAÍS