En septiembre de 2016, Tania, de 14 años, fue víctima de violación y feminicidio a manos de una pandilla juvenil denominada Cartel 21. Al menos 10 miembros de este grupo la habrían agredido.
Pasaron casi siete años del crimen que dio muerte a Tania Mamani Corrales, una colegiala de 14 años que fue víctima de vejaciones y feminicidio en Sacaba, en septiembre de 2016. Hoy, uno de los principales acusados del hecho, Ramiro A.M., finalmente cayó preso.
La información fue emitida por el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, la noche del martes, a través de las redes sociales, indicando que el “Departamento de Inteligencia Criminal (DIC) efectuó operaciones de búsqueda dando con la ubicación del sindicado ejecutando un mandamiento de aprehensión por el delito de feminicidio dispuesto por el presidente del Tribunal de Sentencia número 1 de la Capital, Jhazmany Juan Zenteno Valdez”.
El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV), Franz Cabrera, brindó algunos detalles del hecho suscitado en la comunidad de Mayu Molino, en Sacaba, el 25 de septiembre de 2016.
La joven fue hallada cerca del mediodía a orillas del río de dicha comunidad sin signos vitales. Fue su abuela Genoveva Peredo quien denunció el hecho, ya que la joven presentaba signos de violencia en el cuerpo.
FEMINICIDIO
En 2016, la Policía informó que Tania Mamani Corrales, de 14 años, fue violada dentro de la habitación de su enamorado y que cuando retornaba a su casa fue perseguida por algunos de los pandilleros con los que compartió momentos. Ellos la mataron para que no los acusara del vejamen.
Ramiro A.M., apresado ayer en la zona de Chiñata, en Sacaba, era el líder de la pandilla Cartel 21. En 2016, antes de fugar, fue aprehendido junto a otros tres menores de edad como sospechosos de este feminicidio.
De acuerdo con las investigaciones, Tania Mamani había asistido a su colegio una mañana del sábado y en la tarde debía ir a su clase de catequesis y a hacer un trabajo práctico. Después del colegio, la adolescente buscó a su enamorado Abraham y este la llevó a una chichería donde compartieron con otras 14 personas, entre las que había cuatro mujeres.
Un grupo más reducido habría ido a la habitación de Abraham a seguir bebiendo. Según declaró Ramiro A.M. alias “El Shakiro”, en ese entonces, la colegiala estaba dormida en la cama y un joven del grupo, al que identificó como Noé, la violó delante del enamorado de ella y de todos.
“Al principio, la chica ha gritado, luego se ha callado y todos miraban, nomás. Había cuatro chicas, estaba Abraham, Wilder y yo y no hemos dicho nada. Yo me he dormido y cuando me desperté, los dos, el Noé y la chica, ya habían desaparecido”, dijo el líder de Cartel 21, que insistió en que no participó del vejamen ni del feminicidio.
Según la hipótesis del entonces director de la FELCV, Alejandro Pozo, los adolescentes señalan que a las 04:00 de la madrugada Tania se despertó y decidió irse a su casa sola. Los investigadores creen que fue perseguida por al menos dos pandilleros que la interceptaron en el trayecto y la estrangularon para que no los acusara de la violación.
Los familiares de Tania no creyeron en esta hipótesis.
“Mi sobrina no se hubiera venido a esa hora. La han debido violar todos esos delincuentes, no creo que hayan mirado, nomás, y la mataron en el mismo cuarto para que no los denunciara. Luego la arrojaron por el río”, comentó, indignada, una de sus tías. Los maestros y compañeros de curso del colegio Franz Tamayo describieron a Tania Mamani como una adolescente jovial y estudiosa.
Noé C.V., de 17 años, presunto autor del vejamen, fue enviado en ese entonces a un centro de infractores. Ramiro A.M. fugó y, hasta este martes, se encontraba en el Trópico de Cochabamba, trabajando como electricista
Fuente: OPINIÓN