El representante de Tarija en el Directorio de YPFB ha confirmado que el pozo Domo Oso se encuentra dentro de la Reserva de Tariquía. Hay hermetismo en las instituciones de Tarija
La Reserva Nacional de Flora y Fauna de Tariquía nuevamente está “en la mira”, pues Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) ha puesto en la lista de los proyectos exploratorios al pozo Domo Oso X3, que se encuentra dentro del área protegida y está tipificado como “proyecto de fuerza mayor”.
“El proyecto está dentro de la Reserva”, así lo ha confirmado el miembro del Directorio de YPFB en representación de Tarija, Manuel Campero, a tiempo de mencionar, que son 19 pozos los que se tienen previstos explorar en Tarija.
YPFB
En un reciente boletín de prensa, YPFB hace énfasis en el Plan de Reactivación del Upstream (PRU), que apunta a desarrollar 36 proyectos exploratorios en los departamentos de Santa Cruz, Tarija, Chuquisaca, Cochabamba, La Paz y Pando.
La estatal señala que este plan tiene como periodo de desarrollo 2021-2024, mediante el cual busca incrementar la producción de hidrocarburos y la reposición de reservas mediante la optimización de recursos existentes e inversiones en exploración y explotación.
En el caso de Tarija, hace mención a nueve proyectos, de los cuales Inñiguazu X5 y Desecho Chico X1 son proyectos en elaboración y gestión de aprobación; Astillero X1, Churumas X2, Villa Montes X7 y Bermejo X46D son proyectos en ejecución; Los Monos X13D y Chaco Oeste X1 ST2 son proyectos concluidos.
Mientras que Domo Oso X3 tiene como referencia “proyecto de fuerza mayor”, y es el único a nivel nacional que recibe esta tipificación, de los 36 anunciados por YPFB.
¿Proyecto de fuerza mayor?
Campero explica que la referencia “proyecto de fuerza mayor” obedece a la alta probabilidad de hallar hidrocarburos en la zona exploratoria, esto de acuerdo a estudios geofísicos que se han elaborado.
Sin embargo, el profesional en el área de hidrocarburos, Juan Carlos Gareca, señala que esta tipificación se da cuando el proyecto ha tenido algún tipo de retraso, conflicto social, jurídico o técnico, que debe darse solución. Empero, ha evitado opinar respecto al pozo Domo Oso, por la escasa información que maneja del tema.
De acuerdo a los antecedentes del pozo Domo Oso, se ubica en la zona próxima a San Telmo, pero quedó paralizado desde el 2019, cuando la alianza YPFB Chaco y Petrobras encontraron resistencia social que exigían un proceso de consulta previa, esto en el marco de la normativa legal vigente en el país.
Tomando en cuenta estos antecedentes, Campero señala que la Gobernación y el Gobierno municipal en la zona de influencia, deben participar en el estudio de evaluación del impacto ambiental y no cargar este trabajo a una sola empresa. En ese marco, verificar la correcta ejecución del proceso de consulta previa, consulta pública, informes de biólogos, hidrólogos, dando participación a las comunidades.
“Es verdad que hay esa oposición, que es un área protegida, pero hay que participar de todo el proceso. Ahora, Bolivia necesita hidrocarburos, más aún con la competencia gigantesca que se nos viene desde Argentina, ¿de qué vamos a vivir los bolivianos? ¿los tarijeños de qué vamos a vivir si no es el gas?”, expuso.
Campero evitó precisar si con esto es inminente el ingreso a la Reserva de Tariquía, argumentó que esto es parte del planteamiento realizado por YPFB en el Plan de Reactivación del Upstream. Enfatizó que en esa zona solamente tiene conocimiento de operaciones en dos pozos el X46 y el Astillero, pero que los demás no han pasado por el Directorio de YPFB.
Silencio en entidades de Tarija
El País intentó conocer la opinión del presidente del Comité Cívico de Tarija, Jesús Gira, sobre este proyecto, sin embargo, el dirigente argumentó que el tema está siendo objeto de análisis y que más adelante se pronunciará. Lo propio sucedió con asambleístas departamentales miembros de la Comisión de Hidrocarburos y el Director de Hidrocarburos de la Gobernación, que han preferido no opinar.
En esa misma línea, se buscó contactar a dirigentes de la Reserva de Tariquía, pero no se logró establecer comunicación.
Fuente: EL PAÍS