El fin de semana, el periódico El País de España publicó una investigación que realizó con testimonios de presuntas víctimas y allegados sobre un diario del jesuita español Alfonso Pedrajas Moreno, en el que habla de su vida sacerdotal en Perú, Ecuador y Bolivia y parece hacer un recuento sobre los presuntos abusos a decenas de niños y adolescentes bolivianos que dice fueron “metidas de pata”.
Tras conocerse el caso del jesuita Alfonso Pedrajas, conocido como el ‘Padre Pica’, que confesó haber abusado a decenas de niños en Bolivia, el Gobierno boliviano pidió a la Iglesia Católica emitir un “pronunciamiento contundente” y encarar una transformación de la institución.
“Creo que hace falta una reflexión interna dentro de la Iglesia Católica, pero que no quede en simple reflexión, sino en hechos contundentes, cambios y transformaciones en una institución como esta”, afirmó la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, según medios estatales.
La Ministra, en ese sentido, recordó que este no es el único caso de abuso a menores de edad en la institución eclesiástica que se conoció, por lo que, así como se refiere a otro tipo de temas, la Iglesia Católica “debe pronunciarse acerca de lo que pasa al interior de la misma, acerca de hechos lamentables como estos”.
El fin de semana, el periódico El País de España publicó una investigación que realizó con testimonios de presuntas víctimas y allegados sobre un diario del jesuita español Alfonso Pedrajas Moreno, en el que habla de su vida sacerdotal en Perú, Ecuador y Bolivia y parece hacer un recuento sobre los presuntos abusos a decenas de niños y adolescentes bolivianos que dice fueron “metidas de pata”.
Pedrajas Moreno, al que llamaban “Pica”, fue nombrado en 1971 subdirector del Colegio Juan XXIII, en la ciudad de Cochabamba, que era un internado que tres años después pasó a dirigir. El jesuita también trabajó en los colegios San Calixto, Nacional Ayacucho y en la Correccional de Menores, en La Paz.
Antes de radicarse en Bolivia trabajó en escuelas de Perú y Ecuador entre los años 1961 y 1971, y según el artículo del diario español, en Lima por esos años habría cometido su primer abuso contra un menor.
En la publicación de El País también se menciona que Pedrajas contó sobre los presuntos abusos a al menos siete superiores provinciales y una decena de clérigos bolivianos y españoles.
En el reportaje se menciona que el jesuita vivía con temor de que sus acciones fueran descubiertas e, incluso, cuando en una ocasión los menores de esa escuela se organizaron para denunciar los presuntos abusos, Pedrajas fue enviado a las minas en Oruro en 1983.
“Hice daño a mucha gente (¿a 85?) a demasiados (…) Lo que ha llenado este tiempo ha sido el tema de los pederastas en la Tv y la prensa. Algunos momentos los he pasado con enorme ansiedad. Me afectó todo: el sueño, el trabajo, las relaciones, la adicción, todo. Tengo miedo”, sería parte de sus escritos.
Y agrega: “La vida de Alfonso Pedrajas, Pica, se fue apagando. Dejó de escribir en su diario el 11 de octubre de 2008. Un año después falleció en una cama de hospital. Su diario son las memorias de un pederasta. También la prueba de cómo la Iglesia toleró estos delitos dentro de sus muros e impuso, por norma, el encubrimiento. Lo reconoció el propio Pica.
Pedrajas falleció el 2009 y la mañana de este martes la Compañía de Jesús en Bolivia repudió y se disculpó por los crímenes cometidos por el ‘Padre Pica’. Además, anunció que se suspendió a los jesuitas que fueron provinciales durante la época que datan los abusos y a quienes ejercieron posteriormente, con el objetivo de investigar el caso.
Fuente: OXÍGENO.BO