Según las cifras publicadas el 19 de abril por las Naciones Unidas, la población de la India está a punto de superar a la de China. A finales de año contará con más de 1.400 millones de habitantes. ¿Convertirse en el país más poblado del mundo será una ventaja o un obstáculo para su crecimiento?
Una gran población significa un gran mercado y mucha mano de obra. Esto es bueno para la economía, siempre que siga un crecimiento que garantice unos ingresos decentes a todos los habitantes. Los dos gigantescos vecinos y rivales, India y China, siempre han visto su sobreabundante población como una desventaja.
Pero ser el país más poblado del mundo no ha impedido a China convertirse en cuarenta años en la segunda economía mundial. El deseo de satisfacer las necesidades de todos ha sido incluso un acicate para su fabuloso progreso. India no ha podido seguirle el ritmo. En los años 90, su PIB per cápita era equivalente. Hoy, el de China es de 13.000 dólares. El de India es cinco veces menor, sólo 2.500 dólares.
¿Podrá India recuperar el retraso?
El año pasado, la economía de la India superó a la del Reino Unido y se convirtió en la quinta del mundo. Ha registrado un fuerte crecimiento en 2022, en torno al 8%, y espera otro 7% este año. Por tanto, ha encontrado un nuevo impulso. La guerra comercial entre China y Estados Unidos le beneficia. Por supuesto, Apple va a abrir una tienda y una fábrica en la India.
Sin embargo, no habrá milagro indio. Para alcanzar el nivel de riqueza de China en 2023, necesitaría crecer un 10% durante casi 20 años seguidos. Una hazaña inimaginable en el actual entorno empresarial.
Modernizar
India necesita modernizarse para atraer más inversión extranjera y encontrar un nuevo modelo, ya que el papel de primera usina del mundo ya está ocupado por China, que ha desarrollado una ventaja competitiva que hace difícil alcanzarla. Desde que Narendra Modi llegó al poder, carreteras, autopistas y aeropuertos han brotado como hongos. Pero esto no basta para convencer a los inversores.
La logística sigue siendo inadecuada, inferior a la de China, la mano de obra india es más barata, pero claramente menos productiva que en China, y el proteccionismo imperante echa para atrás a los inversores. Como consecuencia, India no crea suficientes puestos de trabajo para sus jóvenes. La tasa de desempleo es del 40% entre los menores de 25 años. Esto no es nuevo, pero el problema se agravará aún más, ya que los menores de 25 años representan casi la mitad de la población.
Ventaja demográfica relativa
Tener una población joven y educada es una ventaja envidiada por todos los países industrializados, incluida China, que se enfrentan a una población activa en declive. Pero cuando este grupo de edad no se incorpora a la población activa, esta ventaja puede convertirse en una calamidad, fuente de desigualdad, frustración y malestar social.
El subempleo de la India no es sólo económico. Sólo dos de cada diez mujeres trabajan en India, frente a seis de cada diez en China. Los empleos que se les ofrecen están mal pagados, por lo que prefieren quedarse en casa. Pero la mayoría de las mujeres ni siquiera tiene esta opción. Es bajo la presión de sus maridos que renuncian a trabajar. Sin embargo, el empleo femenino es una de las claves del crecimiento, y esto es así en todo el mundo.
Fuente: RFI