Las principales organizaciones civiles y partidos políticos de Sudán han reclamado al unísono en las últimas horas no solo el fin de los combates entre el Ejército sudanés y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), sino también el final de la “militarización” que ha dominado “el espacio público” el país durante décadas y, en particular, desde el derrocamiento hace cuatro años del dictador Omar al Bashir tras una revolución en la que los civiles fueron parte instrumental.
El país africano estaba gobernado antes del estallido de los combates por una junta liderada por el general Abdelfatá al Burhan que tenía como ‘número dos’ al cabecilla militar de las RSF, Mohamed Hamdan Dagalo, alias ‘Hemedti’. Las discrepancias entre ambos sobre la integración paramilitar en un futuro ejército unificado acabaron degenerando en este conflicto.
Tanto el Ejército como las RSF, cabe recordar, han sido acusadas de la comisión de matanzas y de un espectro de abusos de toda índole contra la población civil en los años que siguieron a la caída de Al Bashir.
“La crisis que atraviesa el país no tiene nada que ver con los intereses de sus ciudadanos”, ha lamentado la intersindical sudanesa en un comunicado recogido este pasado sábado por el portal de noticias Sudan Ajbar, mientras que la Asociación de Profesionales de Sudán ha llamado a que “impere la voz de la razón” y acabe “la militarización del espacio público nacional”.
Por su parte, la coalición de las Fuerzas para el Cambio Radical, encabezada por el Partido Comunista de Sudán, ha pedido el fin de unos enfrentamientos más propios de “pandillas mafiosas” antes de que “el conflicto alcance tal punto de ebullición que acabemos sin patria ni pueblo a los que agarrarnos”.
Finalmente, el consejo central de las Fuerzas por la Libertad y el Cambio, la coalición “paraguas” que agrupa a decenas de grupos civiles y políticos sudaneses, ha reclamado que “prevalezca la sabiduría, terminen las confrontaciones y todas las partes vuelvan a la mesa de negociaciones” para cerrar de una vez por todas el ahora colapsado proceso de transición hacia un gobierno civil.
Ya este pasado sábado el máximo responsable de una de las principales formaciones políticas de Sudán, el Partido Nacional de la Umma, avisaba de las catastróficas consecuencias que podría comportar este conflicto si se dilata en el tiempo.
“En esta situación no hay ganador ni perdedor: hay perdedores en plural, y esos son todos los sudaneses”, hizo saber Fadlalá Burma Naser, en declaraciones a Al Yazira. Su predecesor, el histórico líder sudanés y ex primer ministro Sadiq al Mahdi, fue derrocado en 1989 por el propio Al Bashir.
Fuente: EUROPA PRESS