El suceso disparó las alarmas de la nación nipona, provocando que las autoridades realizarán un llamado de emergencia para que los ciudadanos se pusieran a cubierto y se suspendieron temporalmente las operaciones ferroviarias en el norte del país. Es la primera vez que ocurre un hecho de este tipo en cinco años.
El misil sobrevoló el noreste de Japón el martes 4 de octubre antes de caer al Océano Pacífico, según informó el Gobierno japonés, que no reportó víctimas ni daños.
“Corea del Norte, alrededor de las 7:22 am, lanzó un misil balístico hacia el este”, dijo el portavoz del gobierno, Hirokazu Matsuno. “Estamos analizando los detalles, pero el misil pasó sobre la región japonesa de Tohoku (noreste) y luego cayó en el Pacífico fuera de la zona económica exclusiva de Japón”, agregó.
Según Matsuno, el proyectil voló a una distancia de al menos 4.600 millas a una altura máxima de 1.000 kilómetros. “Las acciones de Corea del Norte, incluidos sus repetidos lanzamientos de misiles balísticos, amenazan la paz y la seguridad de Japón, la región y la comunidad internacional, y plantean un serio desafío”, afirmó el funcionario.
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, subrayó que su país continúa analizando y reuniendo información sobre el lanzamiento, al que calificó de “bárbaro”.
Con el lanzamiento, Esat Japan Railway suspendió sus operaciones en la región del norte del país y hasta el momento no se tienen reportes de embarcaciones o aviones afectados por el misil. Según el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur, al parecer se lanzó un misil balístico de alcance medio desde la provincia norcoreana de Jagang.
Esta prueba de Pyonyang representa la quinta realizada en un lapso de 10 días, en un complejo contexto en el que su vecino del sur realizó maniobras militares conjuntas con Estados Unidos y Japón.
Una prueba “imprudente” para Seúl
En este sentido, el presidente surcoreano calificó la prueba como “imprudente”. Afirmó también que esta acción traería una respuesta decidida de la comunidad internacional, así como de las fuerzas armadas de su país.
Una de las reacciones más destacadas fue la del subsecretario de Estado estadounidense para asuntos de Asia Oriental y el Pacífico, Daniel Kritenbrink, quien afirmó durante un evento en línea organizado por el Instituto de Estudios Coreano-Estadounidenses que Estados Unidos está “abierto a la diplomacia con Corea del Norte (…) Vamos a dejar esa puerta abierta, pero vamos a responder con decisión a esta amenaza creciente”, concluyó.
Con Reuters