“Vergonzoso”. Así catalogó el arzobispo de Cochabamba, monseñor Oscar Aparicio, al accionar de algunas mujeres durante la marcha nocturna del Día Internacional de la Mujer. Las paredes de la Catedral Metropolitana de San Sebastián y otras instituciones fueron pintadas.
En el Día Internacional de la Mujer, cientos de colectivos feministas del mundo salieron a las calles, a marchar y protestar, exigiendo respeto y un alto a la violencia que se ejerce en contra de las mujeres.
Ayer miércoles, en Cochabamba, miles de mujeres de todas las edades también se dieron cita en diferentes puntos de la ciudad con el mismo objetivo de exigir respeto y justicia por las víctimas de feminicidio.
En la mañana marcharon instituciones como la Policía, la Gobernación, autoridades y colectivos demandando que cese la violencia contra la mujer. Por la noche, un grupo partió de las puertas de la Universidad Mayor de San Simón, dirigiéndose hacia la Plaza 14 de Septiembre. En el trayecto pararon en la cárcel de San Sebastián Mujeres.
Como es costumbre, en la marcha hubo cantos, música y pancartas, todos con pedidos de justicia e igualdad. Las mujeres, además, recordaron que el 8 de marzo es una fecha de lucha, no de celebración.
INDIGNACIÓN
En un momento dado, las protestas derivaron en la quema de un rosario grande con flores y el pintado de grafitis de la Catedral Metropolitana de San Sebastián, además de otras instituciones públicas.
El arzobispo, monseñor Oscar Aparicio, expresó su malestar con respecto al accionar que protestantes tuvieron en cuanto a la infraestructura de la Catedral de Cochabamba.
“Quiero manifestar mi malestar (…), no solo se nos ha insultado, se nos agrede con nuestras instituciones. Es una agresión a la Iglesia, al patrimonio cultural de los cochabambinos y también agresión a la Catedral, que es patrimonio nuestro” dijo.
Calificó como “vergonzosos” estos comportamientos, “que van en contra del respeto de los demás, en nombre de buscar la paz y la no violencia”.
PRESENCIA DE HOMBRES
Dentro de las marchas también hubo personas del género masculino que apoyaban las protestas. Respecto a esto, a través de redes sociales se ha ido viralizando un video en la que una mujer denuncia el accionar de otras, que habrían discriminado y expulsado de la marcha a su esposo por ser varón, además de “tacharlo como acosador”. Esto, en la ciudad de La Paz.
En Cochabamba no se ha conocido algún caso similar durante las marchas. Sin embargo, Marcela (nombre cambiado), miembro de uno de los colectivos feministas, le contó a OPINIÓN por qué, en ocasiones, no se permite la presencia de varones en las protestas.
“No se acepta a los hombres en la marcha porque provoca que las chicas no se sientan bien, seguras o cómodas, porque se supone que es un espacio hecho para que las mujeres estén tranquilas (…), por ahí yo llevo a mi mejor amigo y justo mi mejor amigo es el que ha maltratado psicológicamente a una chica que está ahí presente, y yo no sé eso” dijo.
Además, manifestó que en protestas anteriores, y en las de ayer, hallan a varones que hacen burlas de las protestas y que no van para apoyar la causa, o simplemente que ven en ellos incomodidad, lo que provoca lo mismo en las mujeres.
Sobre esto, Tatiana (nombre ficticio), también miembro de un colectivo feminista, dijo que hay otras formas en que los hombres pueden apoyar, además de que se habría recalcado que la marcha era solo de mujeres.
Esto se vio en el comunicado de la Articulación Feminista, que salió ayer horas antes de la marcha. Las manifestantes pedían a las mujeres de no llevar a ningún allegado hombre.
Sin embargo, ella observó que en Cochabamba la jornada fue “tranquila”, puesto que no se expulsó a varones de forma violenta. Sostuvo que tampoco hubo efrentamientos con efectivos de la institución verde olivo. Al contrario, notaron que estos simplemente observaban y las dejaban protestar, lo que Tatiana catalogó como “un accionar raro”.
Fuente: OPINIÓN
