Este sábado se celebra un nuevo Día Mundial de la Obesidad, que la Federación Mundial de la Obesidad convoca cada año desde 2015 -el 4 de marzo desde 2020- para tratar de concienciar y dar una respuesta a una crisis que afecta a 650 millones de personas en el mundo y que, según las proyecciones, alcanzará a cerca de 2.000 en 2035.
Bajo el lema “Perspectivas cambiantes: hablemos de la obesidad”, este año la Federación pretende acabar con los conceptos erróneos y el estigma que pesa aún sobre un problema que las sociedades científicas de todo el mundo coinciden en querer que se reconozca como una enfermedad crónica.
En España, la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (Seedo) ha liderado una iniciativa para concienciar sobre la urgencia de que se considere como una enfermedad en sí misma crónica y tratable porque, recuerda, reduce la expectativa de vida de forma equivalente al tabaquismo y se sitúa como la quinta causa de muerte en el mundo.
También pone el foco en la fobia social y de los propios profesionales: “la falta de educación y formación de los médicos, y de otros profesionales sanitarios, es una de las principales barreras para llevar a cabo un cuidado y tratamiento eficaz de la obesidad”, asegura su vicepresidente, Albert Lecube.
Por su parte, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (Seen) ha hecho un llamamiento a la prevención, a todos los niveles y con una visión transversal.
“Actuar en los periodos críticos que se pueden asociar con un aumento de peso, como la gestación, la menopausia, el inicio de la actividad laboral, además de los procesos intercurrentes que disminuyen la movilidad, puede ser determinante”, ha recalcado Ana de Hollanda, coordinadora del Área de Obesidad.
La obesidad causa 2,8 millones de muertes al año en el mundo
La obesidad causa 2,8 millones de muertes al año en el mundo, reduce la esperanza de vida de 5 a 20 años y es el tercer factor prevenible que más reduce la calidad de vida, ha recordado la Asociación Española de Cirujanos (AEC).
En consonancia con el resto de entidades científicas dedicadas al estudio de la obesidad, la AEC insiste no solo en la necesidad del reconocimiento social e institucional de la obesidad como una enfermedad crónica, sino también en la necesidad de hacerle un abordaje multidisciplinar.
Cerca de 400.000 de estos pacientes padecen obesidad mórbida o de clase III, la más grave que existe y para los que la cirugía es el único tratamiento capaz de lograr una pérdida de peso mantenida en el tiempo, siendo la opción más segura y eficaz para ellos, ha querido poner de manifiesto la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SECO), que acaba de actualizar las indicaciones de la cirugía bariatrica.
Sin embargo, es la que más lista de espera acumula, con más de 11.000 pacientes que tienen que aguardar más de 400 días para operarse.
Aprovechando el Día Mundial de la Obesidad, los médicos internistas han optado por desterrar las falsas creencias que aún perduran; así, la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) ha emplazado a buscar siempre consejo profesional para perder peso sin recurrir a dietas milagro que pueden poner en riesgo la salud.
La Semi recalca que no existe “una obesidad buena”, que no es necesario “pasar hambre para adelgazar” y que una “dieta bien planificada y estructurada” permite perder peso de forma saludable e insisten en la importancia de no culpabilizar a la persona de su situación, porque en ella influyen muchos factores, entre ellos genéticos, enfermedades predisponentes, fármacos o factores ambientales y sociales.
Al importante riesgo para la salud que constituye como puerta de entrada a más de 200 comorbilidades, se añade el enorme impacto que tiene para la economía.
Según el Atlas Mundial de la Obesidad 2023 que se acaba de actualizar, la mitad de la de la población mundial vivirá con sobrepeso u obesidad en 2035 si no se prioriza su prevención y tratamiento, lo que se traducirá en 4.000 millones de euros anuales en 2035, casi el 3 % del PIB mundial.
Las cifras de España no son menos alarmantes: la proyección que hace este Atlas para 2035 la hace escalar de una posición de riesgo alto a riesgo muy alto, con la previsión de que ese año, el 37 % de los adultos sea obeso.
Peores aún son las infantiles, que estima se hayan duplicado para esa fecha; según la Fundación Gasol, actualmente un 21,6 % de los niños tiene sobrepeso y un 11,8 % son obesos.
Todo ello se traduce en un coste de 3.651 millones de euros, incluyendo los costes directos (todos médicos, que ascienden a 1.100 millones), y los indirectos (de los que 1.500 son por mortalidad prematura y 580 millones por absentismo).
Fuente: EFE