Los dos factores que más impacto tendrán en la estatura de una persona son, en primer lugar, la genética, y en segundo lugar, el sexo
No existe una fórmula exacta y absolutamente fiable para predecir la altura que un recién nacido tendrá cuando alcance la edad adulta. Son muchas las variables que acabarán influyendo en su desarrollo físico… variables que no hay forma de controlar o de cuantificar. La genética de los padres, los hábitos diarios de alimentación y descanso, el sexo de la criatura, el desarrollo de enfermedades durante la infancia que pudieran afectar a su crecimiento, etc. No hay forma humana de predecir todos estos factores. Ahora bien, tampoco podemos obviar lo obvio: en general, los padres se parecen a sus hijos.
Fórmula
La altura de una persona depende en un 80% de la genética. Son -sin lugar a dudas- el factor más importante a la hora de determinar las características físicas que tendrá un niño. Si ambos padres son bajitos, es razonable suponer que su descendencia será también de baja estatura. Y de la misma forma, si ambos padres son altos, también es razonable suponer que su descendencia también lo será. Pero claro, los hermanos -aunque tienen los mismos genes- no suelen medir lo mismo. En resumen, no podremos saber con exactitud cuál será la estatura de una criatura conociendo únicamente la estatura del padre y la de la madre… pero sí que podemos hacernos una idea muy aproximada.
Mayo Clinic publicó hace unos meses un artículo en su blog donde el doctor Jay Hoecker, miembro emérito del Departamento de Medicina para Niños y Adolescentes, contesto a la pregunta: “¿Cuál es la mejor forma de predecir la estatura definitiva de un niño?”. El pediatra compartió una fórmula que puede ofrecer una estimación razonable del crecimiento del niño.
Esta fórmula consiste en el sumatorio de ambas estaturas (la del padre y la de la madre). Después sumaremos otros 13 centímetros adicionales si se trata de un niño o restaremos 13 centímetros en el caso de que se trate de una niña. Por último, dividiremos el resultado por la mitad. Y así podremos conocer la altura estimada que alcanzará el bebé cuando sea mayor.
Pongamos un ejemplo, digamos que los padres son Eva y Juan. Ella mide 1,62 metros y él mide 1,81 metros. Ella se ha quedado embarazada, así que quiere conocer cuánto medirá su hijo o su hija cuando alcance la edad adulta. Bueno, pues lo único que tenemos que hacer es sumar 162 cm y 181 cm… lo que resulta en 343 centímetros. A esta cifra le sumaremos 13 para el supuesto de que sea niño (356 centímetros) y le restaremos 13 para el supuesto de que sea niña (330 centímetros). Por último, dividiremos esta cifra por la mitad. En conclusión, si Eva tiene un hijo, su altura rondará -aproximadamente- los 178 centímetros. Si por el contrario es una niña, esta medirá unos 165 centímetros.
Fuente: LA RAZON ESPAÑA