Siete días se han cumplido desde la detención de Luis Fernando Camacho, gobernador del departamento de Santa Cruz, que está recluido preventivamente en la cárcel de Chonchocoro por el delito de terrorismo. Según el analista político, Marcelo Arequipa, la aprehensión del opositor acabó con el liderazgo político de Santa Cruz y de la oposición en Bolivia y el presidente del Estado, Luis Arce, se ha colocado un perfil más político más definido rumbo a las las elecciones del 2025.
Su rival ya no es el gobernador cruceño y ahora le tocará librar la batalla más dura y superar a “un guerrero curtido, ambicioso, implacable y hábil”, como es líder del Movimiento Al Socialismo (MAS), Evo Morales, añadió por su parte el analista Fernando Molina.
Desde el Brasil, el mandatario boliviano afirmó que es “evidente” la participación Camacho en el Golpe de Estado del 2019 e indicó que el gobernador de Santa Cruz se negó a presentarse a las cuatro citaciones hechas por el Ministerio Público y que “confesó haber participado en el plan para poner a Añez en el cargo”.
“En Santa Cruz, ya no hay un liderazgo político, de esa oposición política, como lo era Luis Fernando Camacho, y eso reproduce un reacomodo y tenso de los liderazgos cruceños (…) un líder como conducía las cosas como antes, Santa Cruz y la oposición no la tiene, no hay un líder que plantée una línea estratégica por donde se deba seguir”, declaró Arequipa a Urgente.bo.
Eso significa, dice el politólogo, en que el presidente Arce comienza a marcar una línea y construir “un perfil más político”, es decir, que no solo se dedica a hacer gestión pública, sino a tomar decisiones con costos políticos.
“Desde diciembre el presidente marca una línea en su propia construcción de liderazgo político, ya no es un presidente como que solo hace gestión, sino más bien, es un presidente que puede tener un peso político, puede tomar decisiones que puede llevar costos políticos importantes, marca una distancia clara y se muestra con un peso político específico y que sabe poner orden”, argumentó.
El 28 de diciembre del 2022, agentes de inteligencia detuvieron al gobernador cruceño y la trasladaron a La Paz, donde el juez Octavo, en lo Penal del Tribunal de Justicia de La Paz, determinó enviarlo de forma preventiva por cuatro meses al penal que está en Viacha.
El periodista y escritor, Fernando Molina, aseguró que Arce tomó uno de los caminos más duros para consolidarse, afirmó que la detención del líder cruceño lo aleja de Santa Cruz y que ahora le tocará librar la batalla más dura, no con líderes cruceños, sino que tiene el retor de superar a “un guerrero curtido, ambicioso, implacable y hábil”, como es líder del Movimiento Al Socialismo (MAS), Evo Morales.
“La detención de Camacho ha alejado fundamentalmente a Arce de Santa Cruz y lo ha colocado en la primera línea de choque contra el antimasismo, lo que dificultará seriamente cualquier crecimiento suyo entre las clases medias antimasistas del país. Habiendo dado este paso, a Arce solo le queda encarar la más difícil de las batallas. Es decir, superar a un guerrero curtido, ambicioso, implacable y hábil, con muchas muescas en su escudo en señal de los muertos políticos que ya ha despachado al Hades, y adornado con el llamativo penacho de los logros del pasado, Evo “Diomedes” Morales. Después de la detención de Camacho, solo batiendo a Morales, Arce podrá trascender su gestión de cinco años y convertirse en el caudillo sustituto”, indicó.
La ruta que tomó el mandatario, es “azarosa y dolorosa”, según Molina. “Una guerra caníbal contra los ‘evistas’ para ver quién se queda, finalmente, con las banderas de la izquierda nacional y el apoyo apasionado de los más pobres y los plebeyos”.
El comunicador social y experto en Marketing Digital, Erick Hurtado, considera que ninguna medida de presión sacará al gobernador de Santa Cruz de la cárcel y sugiere evitar una posible guerra civil y aceptar que mientras el MAS esté en el Gobierno, los presos políticos seguirán en la cárcel.
“Ninguna medida de presión liberará a Camacho o a cualquier otro preso político del régimen masista, ni los paros, ni las vigilias, ni quemar instituciones públicas, mucho menos pedir ayuda internacional, ¿queremos iniciar una guerra civil? Solo se generaría un baño de sangre con pocos resultados, no tenemos ni la capacidad bélica, ni económica, ni la preparación que tienen los narcotraficantes que están detrás de todo esto”, aseguró.
“Mientras el masismo esté en el poder, Camacho y todos los presos políticos dependen directamente de eso y el masismo lo sabe, por eso están limando asperezas, Lucho y Evo, un solo frente, porque incluso con lo ignorantes que son, con las diferencias que puedan tener, saben que el peor escenario para ambos es perder el control, perder el poder, por eso ya están trabajando para el 2025”, alertó el comunicador social, quien plantea que es hora de que Santa Cruz responda al desafío de generar nuevos liderazgos
Fuente: URGENTE.BO
