Llega Navidad y como tal, las familias acostumbran compartir un panetón, una chocolatada o un buen plato de picana, sin embargo, ya mucha gente no hace buñuelos, los niños ya no se conforman con el regalo “que les toca”, ahora adelantan a sus papás qué desean por la festividad y ya no se adora al Niño Jesús.
La historiadora Sayuri Loza indica que las costumbres por Navidad han cambiado mucho y pone de ejemplo que en los años 70 los pequeños de generaciones pasadas adoraban al Niño Jesús y para eso conseguían tapa coronas que aplastaban por el tranvía.
“Les hacían un hueco con un clavo y con ellas cantaban diferentes villancicos que creaban en su cabeza, iban casa por casa para hacer la adoración. Algunos se ponían un palo de escoba en la espalda y una canasta en los bordes y bailaban”, relata la historiadora a Urgente.bo.
La costumbre también consistía en disfrazarse de un personaje de la Navidad. Los niños que visitaban las casas recibían chocolates, buñuelos, golosinas y miel de caña.
“Antes me decían que el niño Jesús traía mis regalos entonces tenía que poner mis zapatitos en la ventana, yo me levantaba a la mañana siguiente y encontraba mi regalo, ahora los niños ya no se dejan engañar, saben que tú les compras el regalo y además te piden cuál quieren, antes era lo que nos tocaba”, menciona.
La elaboración de miniaturas
Loza explica que otra costumbre que se perdió es la elaboración de miniaturas que se hacían de arcilla para regalar al Niño Jesús, y recibir su bendición.
“Se empezaba más o menos a las 21.00 a picar arcilla, se juntaba a todos los niños de la casa a toda la familia y mientras estaban preparando la popular picana y los buñuelos, los pequeños hacían animalitos, ollitas, libros y todo, para que a las 12 de la noche cuando nacía el niño ellos obsequiaran estas miniaturas”, indica.
Loza dice que esta costumbre se perdió además porque los lugares donde de sacaba la arcilla ya no están disponibles, por ejemplo el Kenko en El Alto y Llojeta en La Paz que se han convertido en lugres poblados.
La elaboración de buñuelos
Anteriores generaciones disfrutaban la Navidad con el compartimiento de buñuelos. Ahora la gente busca una rosca navideña y panetones de diferentes sabores.
“El buñuelo estaba asociado a las amas de casa, a la mamá que se quedaba en la casa para cocinar, para preparar alimentos, ahora las parejas deben trabajar marido y mujer y es difícil y optan por comprar un panetón”, menciona Loza.
La picana
Según la historiadora, la picana es una tradición boliviana que no existe en ningún otro país. Resalta que en los últimos años su preparación tomó fuerza. Pero la diferencia es que dicho plato ya no se realiza como antes.
“Antes tenías que pelar la gallina para la picana de Navidad, tenía que ser una gallina un poco vieja, desde temprano se pelaba la gallina a las 05.00 y a las 06.00 ya estaba en la olla; el chancho se tenía que comprar de los cuchi caris que son los carniceros de chancho”, menciona.
Ahora, la realidad es distinta, la gente puede hacer pedidos a restaurantes de acuerdo a su gusto, incluso, hay ofertas de pavo y pollos rellenos.
Las tradiciones han cambiado debido al contacto con el exterior, considera Loza. Además, los padres de ahora tienen una diferente perspectiva y son “regalones”.
“Han llegado diferentes creencias y costumbres que ven en las redes en las tele, las nuevas generaciones son así, ya están falleciendo las generaciones de los años 40 y 50”, añade.
Fuente: URGENTE.BO