Ahora, el virus es detectado en aves domésticas del país. ¿Qué impacto podría tener esta enfermedad si continúa propagándose y qué riesgos existen para los humanos?
El brote de influenza A (H5N1) sigue su curso en territorio peruano. Además de los miles de pelícanos muertos a lo largo del litoral, ahora se reportan los primeros casos de la enfermedad en los corrales de aves domésticas.
Con el estallido de la pandemia de COVID-19 aún fresco en nuestra memoria, la circulación de un nuevo virus genera zozobra en la población. Por ello, trataremos de despejar las dudas sobre esta situación por la gripe aviar con base en evidencia y perspectivas de expertos.
¿Qué pasará con las aves domésticas?
El actual linaje de H5N1, traído por aves silvestres del hemisferio norte, se caracteriza por tener una alta tasa de letalidad, como ya lo estamos viendo con los pelícanos de la costa peruana.
Las aves de traspatio, como se les conoce a las especies domésticas criadas para el consumo humano (pollos, pavos, patos, etc.) también son “muy susceptibles” a este virus, indica Juan More, doctor en inmunología comparada e investigador asociado de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM).
En Estados Unidos, este mismo linaje está acabando con múltiples granjas avícolas desde inicios de año, a tal punto de que los precios de estas especies se han elevado hasta un 73%.
La doctora Eliana Icochea, jefa del Laboratorio de Patología Aviar de la Facultad de Medicina Veterinaria de la UNMSM, señala que, a raíz de la alerta sanitaria emitida por el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa), las grandes compañías avícolas han tomado las medidas de bioseguridad necesarias para proteger a sus animales.
Sin embargo, la situación es muy distinta en las granjas informales, como el predio de crianza en Lambayeque, donde se ha detectado el primer brote de la enfermedad en aves de traspatio.
Medidas urgentes para controlar el brote
De acuerdo con Icochea, en las granjas informales, la vía de contagio más común es el bebedero.
“Las aves silvestres vienen, toman el agua de los bebederos y enjuagan su pico allí. Así se produce el contagio. Por eso, se exhorta a los criadores de aves de traspatio que no tengan bebederos en el exterior”, enfatiza.
En esa línea, el Senasa ha emitido las siguientes recomendaciones dirigidas a los criadores.
Hasta el momento, la entidad ha dispuesto un cerco epidemiológico en la zona donde se han detectado los casos en aves domésticas. Asimismo, continuará tomando muestras en diversos predios de crianza y granjas.
Además de detectar los nuevos contagios, el análisis de estas muestras podría ayudar a determinar las rutas de contagio.
¿Podríamos infectarnos?
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), las aves infectadas llevan el virus de influenza en la saliva, la mucosidad y las heces. Es decir, se requiere un contacto estrecho para que se produzca la transmisión. Por ello, los contagios de H5N1 en humanos se han detectado principalmente en granjas avícolas o predios de crianza.
No obstante, casi la totalidad de casos (860) registrados de H5N1 en humanos se produjeron durante anteriores brotes de la enfermedad, desde 2003. En cambio, en los últimos dos años, desde que comenzó a predominar el actual linaje de este virus, solo se han reportado dos infecciones en personas de Reino Unido y Estados Unidos.
Según los CDC, esta baja incidencia de contagios en humanos podría deberse a los cambios genéticos del nuevo linaje H5N1 en comparación con los linajes anteriores.
Miguel Quevedo, jefe del Senasa, resalta que este virus no se transmite a través del consumo de carne de aves o huevos.
Aun así, los expertos consultados coinciden en que existe la posibilidad de que, mediante la constante presencia del virus en las granjas avícolas, este patógeno mute o se recombine con un virus humano para infectarnos con mayor facilidad.
Por tal motivo, una de las principales prioridades es evitar esta interacción entre las personas y el virus, lo cual también puede suceder a través del contacto con cadáveres de aves infectadas.
Fuente: LA REPUBLICA