Los piquetes de huelga de hambre se concentran en la ciudad de La Paz y se instalaron en la sede de la COB, la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB) y en ambientes del magisterio urbano.
La Central Obrera Boliviana (COB) ingresó este martes al noveno día de movilizaciones en demanda de la abrogación del Decreto Supremo 5503 con tres piquetes de huelga de hambre. No obstante, pese a su radicalización el respaldo social es cada vez más reducido.
Los piquetes de huelga de hambre se concentran en la ciudad de La Paz: uno en la sede de la COB, otro en la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB) y un tercero en ambientes del magisterio urbano. Estas acciones se suman a marchas y concentraciones que se vienen realizando desde hace más de una semana.
“Si no abroga el decreto supremo 5503 vamos a masificar mucho más las medidas de presión”, manifestó el dirigente del Magisterio paceño, Felipe Loza. El sector rechaza el artículo 109 del DS 5503 que congela el incremento salarial en el sector público para la gestión 2026.
El secretario general de la Central Obrera Boliviana (COB), Eduardo Ferrufino, ratificó la continuidad de las medidas de presión y aseguró que las movilizaciones responden a demandas reivindicativas, ante la falta de consenso con el Gobierno.
“Queremos aclarar que estas marchas de protestas, estas huelgas que se incorporan, que estamos haciendo escalonadamente, no son políticas, son reivindicativas. Nosotros estamos dando cumplimiento a los ampliados que determina la COB con todas las federaciones, confederaciones, organizaciones afiliadas y no afiliadas”, sostuvo Ferrufino.
Sin embargo, pese a que las medidas de presión se radicalizan por parte de los sectores afines a la COB, la protesta se desgasta por los respaldos que suma el Gobierno con sectores claves, como transportistas y gremiales, entre otros, cuyas dirigencias optaron por el diálogo y la instalación de mesas técnicas.
El Gobierno también concretó acercamientos con mineros auríferos, sectores empresariales y cámaras económicas que valoraron las medidas contenidas en el decreto 5503 como necesarias para la estabilidad fiscal.
Mientras que en la urbe paceña se percibe un creciente rechazo ciudadano a las protestas, principalmente por los efectos en la circulación y la actividad diaria.
Fuente: EL DEBER

