Las cotizaciones internacionales del oro y la plata alcanzaron niveles históricos, lo que abre una oportunidad económica para Potosí, pero también expone un problema estructural: el crecimiento de la minería ilegal y la evasión tributaria.
Sin embargo, Potosí no está aprovechando este escenario debido a la falta de control sobre los operadores que trabajan sin regulación. Hoy por hoy, la minería ilegal se constituye en el cáncer de Potosí porque que muchos productores no presentan el Formulario 101, mediante el cual se declaran los impuestos mineros.
El profesional potosino Esteban Llano informó que el precio del oro llegó a 4.200 dólares la onza troy, mientras que la libra fina de plata se fija en 52 dólares, cifras que representan una de las mejores etapas para la industria extractiva en los últimos años.
La evasión fiscal se vuelve aún más significativa cuando los precios de los metales se disparan, lo que deja al Estado y al departamento sin recursos esenciales para obras y servicios.
La coyuntura debería impulsar a las autoridades a implementar un sistema de control más riguroso, que proteja la economía formal y garantice que la bonanza de los metales beneficie realmente al pueblo potosino.
Mientras el oro y la plata brillan en los mercados internacionales, Potosí enfrenta el desafío de impedir que esa riqueza continúe escurriéndose por las grietas de la ilegalidad.

