La Paz, 7 de noviembre de 2025 (ANF).- El expresidente de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) y experto en temas mineros, Héctor Córdova, consideró que el nuevo gobierno ha mostrado inteligencia en su manera de encarar las negociaciones y en la resolución de problemas locales. Destacó además su apertura hacia todas las potencias internacionales, sin importar la ideología, lo que podría convertirse en una ventaja estratégica para el país en un escenario global cada vez más competitivo por los recursos naturales.
Córdova subrayó que la clave para aprovechar este momento es negociar la explotación de los recursos críticos —como las tierras raras, el litio, el antimonio, el wolfram y el bismuto— bajo un esquema que garantice compensaciones que impulsen el desarrollo nacional.
“No se trata solo de vender minerales o de atraer inversión extranjera, sino de lograr que esas inversiones traigan beneficios reales para la economía boliviana”, señaló el experto a ANF.
El exejecutivo de Comibol explicó que la posición estratégica de Bolivia radica en la posesión de estos metales críticos, que son esenciales para el desarrollo tecnológico global. Se trata de recursos altamente demandados por las industrias de energías renovables, la electrónica, los vehículos eléctricos y la defensa.
“Estos materiales colocan a Bolivia en una situación de privilegio frente al mundo, y eso debe aprovecharse con visión de largo plazo”, enfatizó.
Sin embargo, Córdova aclaró que no es urgente explotar inmediatamente estos recursos, ya que su procesamiento requiere alta tecnología, grandes inversiones y un horizonte de entre 15 y 20 años. En su criterio, el país debería usar su potencial minero como palanca de negociación internacional, de modo que sirva para atraer conocimiento, innovación y diversificación económica.
“El país puede y debe negociar sus recursos críticos como activos estratégicos, no como simples materias primas”, afirmó. Bajo esa lógica, propuso que Bolivia impulse acuerdos en los que las potencias interesadas en acceder al litio o a las tierras raras ofrezcan a cambio transferencia tecnológica, capacitación de personal e inversiones productivas.
Entre las ventajas que podrían derivarse de este tipo de acuerdos, Córdova mencionó tres líneas prioritarias: transferencia de tecnología y formación de profesionales bolivianos; inversiones y facilidades para el comercio; y el impulso de economías alternativas que fortalezcan el desarrollo regional.
“Si un país necesita litio del Salar de Uyuni, en lugar de entregarlo de inmediato, se podría negociar que invierta en el desarrollo turístico de la zona, o en la industrialización de la lana de camélidos o la quinua”, ejemplificó Córdova. Para el experto, el reto del nuevo gobierno es convertir los recursos críticos en una moneda de cambio para el progreso, y no repetir el error histórico de exportarlos sin valor agregado.
Fuente: ANF

