“Las autoridades son el reflejo de sus pueblos”, señala una frase anónima; que en el caso de Potosí, no es aplicable por varios motivos.
Para empezar, Potosí no es una tierra sin ley, tiene muchos problemas como cualquier ciudad y departamento; aunque tres de sus principales autoridades están vinculadas a hechos delictivos.
Primero, el Gobernador electo, Jhonny Óscar Mamani Gutiérrez se encuentra detenido preventivamente en el penal de San Pedro de La Paz, por el caso ambulancias fantasmas, principalmente.
Segundo, el alcalde del municipio de Potosí, Jhonny Llally Huata, recientemente accedió a la detención domiciliaria sin derecho al trabajo, porque tiene, al menos, diez procesos judiciales en su contra, la mayoría vinculados a hechos de carácter sexual.
Tercero, el presidente del Concejo Municipal, Henry Próspero López Álvarez, hace poco fue enviado con detención preventiva al penal de Cantumarca y sobre él, pesan tres procesos penales.
Cuarto, la gran mayoría de los concejales municipales, por lo menos tiene una denuncia por la presunta comisión de delitos penales, ante la Fiscalía Departamental.
Con ese panorama político, algunos creyentes en las ciencias ocultas pensarán que Potosí está embrujado o le llegó la mala suerte; pero no es así.
Ocurre que los cambios frecuentes de alcalde, porque el electo tiene más de diez procesos, genera inestabilidad laboral y continuidad en la ejecución de obras.
La ejecución de los POAs es tan pobre que a la fecha siguen sin empezar algunos proyectos del 2023, por ejemplo.
Mientras tanto, en el legislativo edil, los intereses personales o de pequeños grupos, siguen anteponiéndose a las normas y fiscalización de proyectos a favor de la ciudadanía.
Un ejemplo, prefirieron no sesionar – un poco más y se unen a los bloqueadores – y el POA 2026 fue enviado a La Paz sin una Ley Municipal.
La ira, la venganza, el resentimiento afloran en la piel de varios concejales contra sus propios colegas, basta escuchar sus declaraciones u oír lo que afirman en las sesiones ordinarias.
Todo ello, lleva a un retraso en el desarrollo del municipio de Potosí porque no hay avances significativos, todo lo contrario ocurre cuando uno sale al interior del país y ve avances sustanciales en infraestructura, ornamentación, orden y limpieza en las calles, sólo para citar algunos aspectos.
Muchos quisieran que mañana sea 3 de mayo del 2026 para cambiar de autoridades con la esperanza de un futuro mejor.
Precisamente, para pensar en ese futuro prometedor, usted que escucha estas palabras, tiene que “Aprender a Elegir”.
No solamente para las elecciones subnacionales, sino para las generales; pensando con la cabeza fría, valorando las propuestas de los candidatos. Ah, pero los candidatos no andan solos, hay que ver qué equipo les acompaña y uno puede darse cuenta cuáles son sus intenciones.
Es fácil caer; pero es más valioso levantarse y construir pensando en el bien común, con un solo objetivo que además es indiscutible: Mejorar nuestras condiciones de vida.
Por ello, como se dice popularmente, la elección debe ser con la cabeza y no con la vesícula biliar. Hay que analizar quien nos puede ayudar a desarrollarnos adecuadamente, porque Potosí tiene muchas potencialidades.
¿Empezamos?, Minería, litio, turismo y si nos ponemos las pilas, también agropecuaria.
También hay que hacer profundos cambios en la formación de recursos humanos para recuperar valores y mejorar las áreas de salud y educación.
Depende de cada uno de los ciudadanos para forjar un futuro próspero y sólido con la unidad basada en una política concertada de desarrollo. Que haya complementariedad y no división. Pero antes, tenemos que aprender a votar por quien nos guíe y lleve por el camino correcto. Basta de improvisados.
Willy Alcocer Salas (Guiju)