El documento no solo proclamó la libertad del Alto Perú del dominio español, sino que también estableció los pilares sobre los que se erigiría el nuevo estado.
Cada 6 de agosto, los bolivianos celebramos el aniversario patrio, una fecha que evoca el nacimiento de la República de Bolívar, hoy Bolivia. Pero detrás de las ceremonias y los desfiles cívicos, yace un documento fundamental: el Acta de la Independencia de 1825. Este texto, redactado con un lenguaje enérgico y visionario, no solo proclamó la libertad del Alto Perú del dominio español, sino que también estableció los pilares sobre los que se erigiría el nuevo estado.
Un contexto de turbulencia y decisión
La firma del Acta no fue un acto aislado, sino la culminación de un largo y sangriento proceso. Después de casi 16 años de guerra por la independencia, el Alto Perú era uno de los últimos bastiones realistas en Sudamérica. Las victorias de Antonio José de Sucre en las batallas de Junín y Ayacucho en 1824, y el posterior ingreso de su ejército a Potosí, finalmente sellaron el destino de la región.
El 9 de febrero de 1825, Sucre, a cargo del ejército libertador, convocó a una Asamblea de diputados de las provincias del Alto Perú para que decidieran sobre el futuro de su territorio. La asamblea debía elegir entre tres opciones: unirse a las Provincias Unidas del Río de la Plata (actual Argentina), unirse a la Gran Colombia, o declarar la independencia absoluta.
El contenido del Acta: Un grito de libertad y soberanía
El 6 de agosto de 1825, los 48 diputados de las provincias de La Paz, Potosí, Chuquisaca, Santa Cruz y Cochabamba se reunieron en la Casa de la Libertad en Chuquisaca (hoy Sucre). El ambiente estaba cargado de expectación. El diputado por Potosí, José Mariano Serrano, fue el encargado de redactar el documento que pasaría a la historia.
El Acta es un texto contundente y sin ambigüedades. En su parte más crucial, establece:
- La Declaración de Independencia: “El Alto Perú se declara libre e independiente de la dominación de Fernando VII, rey de España, y de toda otra dominación extranjera.”
- La Justificación Histórica: Se exponen los motivos que llevaron a esta decisión, destacando las atrocidades y la opresión sufrida durante la colonia, y el derecho inalienable de los pueblos a decidir su propio destino.
- El Nombre de la Nueva República: En un emotivo reconocimiento al Libertador Simón Bolívar, el documento establece que la nueva nación se llamaría “República de Bolívar”. Posteriormente, este nombre sería modificado a “Bolivia”.
- La Convocatoria a un Congreso Constituyente: Se mandató la creación de un Congreso para redactar la primera Constitución política del Estado.

¿Dónde se puede ver el Acta de la Independencia?
El Acta original de la Independencia de Bolivia es un tesoro nacional y un símbolo de nuestra identidad. Aunque ha pasado por vicisitudes a lo largo de la historia, hoy se conserva celosamente en la ciudad de Sucre.
Los visitantes y ciudadanos interesados pueden ver este documento histórico en la Casa de la Libertad, un edificio de enorme valor histórico y cultural, considerado la cuna de la República. El original se exhibe en una vitrina climatizada y con condiciones especiales para su preservación. Se trata de un lugar de peregrinación cívica, donde se puede sentir la historia y la trascendencia de aquel 6 de agosto de 1825.
El Acta de la Independencia de Bolivia no es solo un papel antiguo; es el alma de la nación, un testimonio de la valentía de sus próceres y el pilar sobre el que se construyó el país que hoy conocemos. Al celebrar un nuevo aniversario patrio, recordarlo es honrar el sacrificio de aquellos que soñaron con una Bolivia libre y soberana.
Fuente: Red Uno