Como no presenta síntomas, la enfermedad que provoca una muerte por hora en Argentina suele ser detectada en estados avanzados. Hábitos y condiciones que pueden empeorar o derivar hacia este diagnóstico
Cada 17 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Lucha Contra el Cáncer de Pulmón, una enfermedad que afecta tanto a hombres como a mujeres de todo el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca este día por la importancia de su prevención y detección temprana.
El vínculo de los fumadores con el cigarrillo es como un reloj de arena que puede extenderse por un largo tiempo. Muchos logran dejar el hábito después de años o incluso, décadas. Otros siguen envueltos en esa relación tóxica, que los expone a múltiples efectos nocivos para la salud. El más severo es el cáncer de pulmón: en Argentina provoca más de una muerte por hora y su principal causa es, justamente, el tabaquismo.
“El cáncer de pulmón en general no presenta síntomas en sus estadios iniciales, recién se observan cuando está avanzado. Los más frecuentes, aunque ciertamente poco específicos, son tos, tos con sangre, falta de aire, disminución de apetito o pérdida de peso y dolor en tórax o en algún otro sitio asociado a la presencia de metástasis”, explicó Claudio Martin (MN 82958), jefe de Oncología Torácica del Instituto Alexander Fleming (IAF).
Ante esta situación, la recomendación para quienes pueden ser parte de un grupo de riesgo es tomar un rol activo. “A los mayores de 50 años que fuman o fumaron se les sugiere fuertemente ingresar a un Programa de Detección Precoz, realizando una tomografía computada de baja dosis anual para detectarlo en las etapas iniciales”, recomendó José Luis Morero (MN 52120), médico especialista en Neumonología.
El cáncer de pulmón en Argentina
Las últimas cifras oficiales publicadas por el Ministerio de Salud indican que en la Argentina se detectan anualmente más de 12 mil nuevos casos al año: el 65% en hombres. “Si bien la incidencia de tabaquismo ha ido en disminución en los últimos años, bajando del 35% al 27% de la población, la incidencia del cáncer de pulmón en Argentina sigue siendo alta. Además es la principal causa de muerte por cáncer en hombres y la tercera en mujeres”, apuntó Martin. Cada año fallecen en nuestro país más de 9.200 pacientes por esta patología oncológica. La media es abrumadora: una muerte por hora.
Tal como ocurrió con otras enfermedades, la pandemia de coronavirus tuvo un impacto negativo en la lucha contra la enfermedad. Martin asegura que hubo “un retraso en el diagnóstico en pacientes sintomáticos”, por las dificultades en el acceso a los cuidados médicos y esto provocó que “se diagnostiquen en estadios mas tardíos”.
Pero como contrapartida, la crisis sanitaria también impulsó el screening en muchas personas que no tenían señales de la enfermedad. “El uso de más tomografías de control en pacientes con COVID-19 ha redundado en un mayor número de diagnósticos de tumores en estadios iniciales detectados por casualidad”, apuntó el experto.
Tratamientos
Por las dificultades explicadas previamente en la detección, se estima que el 60% de los casos se diagnostican en estadios avanzados, cuando el tumor ya tiene metástasis, o ha crecido de forma tal que no es posible operarlo. Revertir este escenario es uno de los mayores desafíos en la lucha contra esta patología oncológica ya que, cuando se logra un diagnóstico temprano, las chances de cura con los tratamientos disponibles son muy superiores.
“El abordaje quirúrgico fue variando con el correr del tiempo desde la toracotomía a cielo abierto a la cirugía video asistida que actualmente es la indicación, salvo circunstancias especiales. En nuestra institución la mayoría de los casos -en estadios iniciales- son abordados por una técnica mínimamente invasiva video asistida denominada uniportal vats, que utiliza un único puerto de trabajo sin necesidad de seccionar tejido osteomuscular. Esto permite la rápida recuperación del paciente y su pronta reincorporación a su vida habitual”, detalla Rosales.
El principal objetivo de estas intervenciones, explica el experto, es la “resección completa de la enfermedad en los estadios tempranos evidenciables por los métodos actuales de imágenes (TAC alta resolución, PET) y la estadificación de la enfermedad realizando un vaciamiento ganglionar completo, permitiendo en estos casos el control de la patología la cual deberá ser evaluada periódicamente a futuro para detectar recidivas y/o nuevos tumores”.
En cuanto a los casos de enfermedad avanzada, cuando el cáncer de pulmón ha dado metástasis, los avances científicos ahora permiten desarrollar tratamientos para cronificar la enfermedad. El doctor Martin destacó, por un lado, el uso de las terapias de precisión.
“Cada paciente es investigado para detectar cuál es el mecanismo genético que permite crecer y desarrollarse al tumor. En casi el 40% de los casos se logra detectar estos mecanismos y con una terapia de precisión dirigida contra la alteración genética hallada, permite controlar el tumor por tiempo prolongado”, explicó.
Del mismo modo, señaló que hubo avances en la inmunoterapia para el tratamiento de cáncer de pulmón. “Estos tratamientos permiten que las propias defensas del organismo ataquen las células tumorales. Son terapias que se pueden usar solas o asociadas a la quimioterapia”.
Rosales agregó que también “existen indicaciones para la cirugía en casos seleccionados de pacientes en enfermedad más avanzada, que luego de ser estadificados son sometidos a tratamientos oncológicos neoadyuvantes como quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia o la combinación de estas. Cuando no se evidencia progresión a distancia (metástasis) o progresión local irresecable, la cirugía cumple un importante rol de control de la enfermedad local residual”.
Prevenir, el mejor camino
“Para disminuir el riesgo de tener un cáncer de pulmón lo más importante es no fumar y esta actitud hay que inculcarla desde etapas tempranas de la vida. Luego están las prevenciones en ciertas áreas laborales de contaminación ambiental: fundición, minas de carbón, sílice, asbesto, fabricación de plástico y productos químicos. El uso de máscaras y extractores en los ambientes de trabajo es muy importante para disminuir el riesgo”, resaltó José Luis Morero, quien es jefe de la sección Neumonología y coordinador del Programa de Detección Precoz de Cáncer de Pulmón del Instituto Alexander Fleming.
El especialista volvió sobre el tabaquismo, con otro dato contundente. “El 84% de las personas que padecen un cáncer de pulmón ha fumado o fuma. Las personas que tienen EPOC y/o enfisema tienen 5 o 6 veces más riesgo. Otros factores que aumentan el riesgo son los antecedentes familiares directos de cáncer de pulmón, la fibrosis pulmonar y la exposición ambiental al radón en ciertas áreas residenciales”.
“En nuestro país, durante 2018, murieron por cáncer de pulmón más personas que por cualquier otro tipo de cáncer. Por lo que se deduce que aún queda mucho por hacer en materia de prevención y cuidados de la población como por ejemplo, mejorar el acceso a los controles anuales a los grupos mas vulnerables, promover la educación efectiva en los niños y jóvenes para evitar el consumo de tabaco y la exposición a todos los agentes nocivos que favorecen la aparición de esta enfermedad”, concluyó Rosales.
Fuente: Infobae