Los usuarios del servicio de transporte público, se enfrenta a una creciente problemática con los taxistas, quienes han comenzado a cobrar tarifas ilegales sin ninguna normativa que avale este incremento. Conductores de taxis han abandonado el cobro habitual de 5 bolivianos, elevando sus precios de manera arbitraria, a menudo por encima de los 10 bolivianos.
La situación ha dejado a la población en una posición vulnerable frente a este abuso, ya que no solo se ven obligados a pagar más, sino que también enfrentan un trato abusivo por parte de algunos choferes. Los pasajeros han denunciado casos de maltrato tanto psicológico como económico, lo que agrava aún más la indefensión de los ciudadanos frente a este nuevo atentado a su economía.
Ante esta problemática, los ciudadanos exigen a las autoridades municipales y departamentales que tomen medidas y sanciones contra estas prácticas irregulares que están afectando la movilidad y el bienestar de la población en el municipio. La falta de control y regulación en el servicio de taxis pone de manifiesto la necesidad de una respuesta urgente por parte de las entidades responsables para garantizar un transporte público digno y accesible para todos.