El departamento del oriente ingresa al día 17 de su medida de protesta. Cochabamba instaló una huelga de hambre y Tarija registró trifulcas pasajeras. En el resto del país, la “normalidad” imperó.
La mayoría de las ciudades capitales, a excepción de Santa Cruz. Cochabamba y Tarija, reportaron total “normalidad”.
El 3 de noviembre, ocho comités cívicos determinaron acatar un paro indefinido a partir de hoy lunes, en exigencia del Censo en 2023 y en apoyo a Santa Cruz. Entre tanto, Cochabamba optó por ir a la huelga de hambre, Potosí eligió iniciar movilizaciones después del 11 de noviembre tras los festejos por su efeméride departamental y desde la otra vereda, Chuquisaca abogó por el diálogo.
HUELGA EN LA LLAJTA
En este marco, Cochabamba amaneció hoy con algunos bloqueos esporádicos en la zona norte. Estos se levantaron de inmediato en el transcurso del día.
De forma paralela, a mitad de la mañana, tres personas a la cabeza del titular del Comité Cívico de Cochabamba, Apolinar Rivera, iniciaron su primera jornada de paro en la Iglesia San Francisco, ubicada en la calle 25 de Mayo y Bolívar, como lo anunciaron con anterioridad. Mañana, 8 de noviembre, tendrá lugar la Asamblea de la Cochabambinidad, a las 18:00, donde se prevé analizar la situación nacional.
NORMALIDAD
En contraposición, en Sucre, las calles amanecieron expeditas. “No hay paro ni tampoco queremos que haya”, señaló una de las ciudadanas, desde la capital de Bolivia.
A pesar de que la presidenta del Comité Cívico de Oruro, Rosario Sandalio, ratificó ayer el paro indefinido en la capital del folclore, hoy los ciudadanos de pie reportaron una jornada cotidiana. “Pasé por el centro y todo está normal, todo está tranquilo. Quizá en el transcurso del día. Con lo que ayer fue el combite, nada”, dijo una vecina en contacto con OPINIÓN.
“El Comité Cívico no es fuerte, en La Paz no está organizado, no tiene representación. Con normalidad está todo por acá”, dijo otro vecino consultado por OPINIÓN.
Por su parte, los diputados de Comunidad Ciudadana (CC) Lissa Claros, María José Salazar y Miguel Roca dieron inicio al primer día de bloqueo en el salón multipropósito de la Asamblea Legislativa Plurinacional.
En Beni hay clima de festejo. Allí, los pobladores y autoridades locales y departamentales celebran los 180 años de la creación de su departamento, con homenajes a la Batalla de Ingavi. Hasta ahora no se reportan paros.
Potosí, por su parte, se alista para festejar los 212 años de la efeméride departamental mientras se desarrolla la Feria Internacional de Potosí (Feipobol). La presidenta del Comité Cívico Potosino (Comcipo), Roxana Graz, anunció que los cívicos de esa región se sumarán a la demanda de Censo 2023, defensa del litio y del Cerro Rico de Potosí, después del 11 de noviembre.
La dirigencia cívica chuquisaqueña optó por convocar al diálogo. “Como Chuquisaca desmentimos categóricamente que se haya generado una carta peor aun apoyando al paro, cuando Chuquisaca está convocando al diálogo para que de una vez por todas se solucione y no nos perjudiquemos toda la población de Bolivia”, aseveró su presidente, Wilmar Aguirre, la pasada semana.
TARIJA Y TRIFULCA
En Tarija, el comité de movilizaciones del Comité Pro Intereses de Tarija confirmó, ayer, el inicio de un paro indefinido con bloqueo de carreteras a partir de hoy en demanda del Censo en 2023.
Allí, se registraron los primeros enfrentamientos del día en el Puente San Martin, entre personas que instalaban un punto de bloqueo, identificadas como funcionarios municipales, y otras que intentaron liberar la vía. Patadas, puñetes y agarrones de cabello fueron parte de la trifulca.
Los trabajadores de la Alcaldía de Tarija bloquearon la avenida Las Américas, cerca de la Posta Municipal y luego marcharon.
Ante los anuncios cívicos, la población se volcó a los surtidores para abastecerse de combustible. Varios mercados y transportistas trabajan con normalidad.
En medio de este escenario, Santa Cruz cumple su día 17 de paro cívico indefinido.
Fuente: Opinión