Una joven madre fue vista por última vez el 12 de marzo. Su pareja aseguró que se había ido a trabajar a Chile, pero tras seis meses de incertidumbre, se confirmó que los restos hallados el 24 de marzo a orillas de la laguna San Isidro, en Sacaba, pertenecen a ella.
La familia Villarroel Huanca recibió un golpe devastador que cambió sus vidas para siempre. Tras meses de incertidumbre, la verdad salió a la luz: Nely está muerta. Los restos hallados el 24 de marzo, 12 días después de que la joven fue vista por última vez, pertenecen a ella. Esta confirmación llegó seis meses más tarde, sumiendo a sus seres queridos en un profundo dolor. Inicialmente, creyeron que Nely estaba trabajando en Chile, engañados por alguien que había enviado mensajes haciéndose pasar por ella. Actualmente, hay dos personas encarceladas de manera preventiva: su esposo y un amigo de él.
Nely, que tenía 27 años, era madre de una niña de 9 y la penúltima de nueve hermanos. Estudió Diseño de Modas y tenía muchos sueños por cumplir. Sin embargo, todo cambió el 12 de marzo, cuando, según el testimonio de su esposo, Osmar Negretty Q., de 27 años, tuvieron una discusión motivada por celos. Este altercado – refirió el cónyuge – llevó a Nely a abandonar la casa que compartían en la zona de Lava Lava, en Sacaba, sin llevarse a su hija, afirmando que se iría a trabajar a Chile.
Osmar creyó tener todo bajo control, ya que buscó mecanismos para que la familia Villarroel creyera en su versión. El 13 de marzo, Rebeca, la hermana menor de la víctima, recibió un mensaje por WhatsApp de un número que no tenía registrado, en el que alguien se hizo pasar por Nely.
FALSO VIAJE: MENSAJES EN LOS QUE SUPLANTAN A NELY “Hola Rebe, soy Nely. Quería decirles que no se preocupen por mí. Perdón por no avisar al papá y a la mamá. Lo estuve pensando todo el día y ya no puedo vivir así con Osmar, por eso decidí irme hacia Chile con una amiga y cambiar mi número para que no me llame más. Quiero distanciarme y no tengo cara para verlos al papá y a la mamá. Diles que estoy bien, que no se preocupen. Dile a mi hija que se porte bien, que haga sus tareas y que la amo con todo mi corazón. Que me perdone por irme así, pero es mejor. Diles a todos que me disculpen por irme en silencio. Estaré bien, ya estoy de ida. Cuando llegue a Chile, les estaré llamando; quizá ya no haya señal. Te dejo encargada a papá y mamá, cuídales, no les dejes solos. Te quiero mucho, Rebe. Chau”, decía el mensaje que recibió alrededor de las 18.30.
Su hermana le respondió al minuto, expresándole su preocupación y preguntándole cuánto tiempo iba a quedarse en el país vecino. Sin embargo, Nely no respondió hasta el día siguiente, casi a la misma hora.
“Rebe, no pude llamarte. Ya estoy cerca de la frontera. Nos detuvimos un rato, estábamos de paseo. A la noche partirá la flota que nos llevará hasta Santiago. De ahí entraremos a la zafra o al campamento, y saldré en dos semanas. Me dijeron que estamos entrando a la cosecha de frutilla y allí voy a sudar como pollo. Salúdame a papá y a mamá, diles que no se preocupen, y a mi hija dile que se porte bien y que la amo con todo mi corazón. Por favor, a ver si me pasas su número de Sandro (hermano), quiero hablar con él antes de que se pierda la señal”.
Rebeca respondió a los cinco minutos, enviándole el contacto solicitado y pidiéndole que la llamara, pero no hubo noticias de Nely. Pensó que su línea había dejado de funcionar al llegar a Chile y, al no tener información sobre ella, continuó enviando mensajes a ese número, pero sin obtener respuesta.
Al poco tiempo, otra de las hermanas, Maritza, fue a buscar a Nely en su trabajo para invitarla a tomar helados, ya que no se había enterado del supuesto viaje, pero no la encontró. Al comunicarse con Rebeca, le expresó su preocupación y le contó todo lo sucedido hasta entonces. Para Maritza, había varias cosas que no encajaban: que su hermana hubiera dejado a su hija y que la última vez que se había comunicado lo hiciera por escrito, cuando ella solía enviar audios, además de no haber realizado ninguna llamada.
Maritza también habló con su cuñado Osmar para averiguar lo que había ocurrido esa noche, y él le contó exactamente lo mismo que había compartido con el resto de la familia.
MACABRO HALLAZGO EN SAN ISIDRO En medio de toda esta incertidumbre, el 24 de marzo por la mañana, un comunario de San Isidro, en Sacaba, encontró a orillas de la laguna un cráneo, mandíbula con piezas dentales con brackes y ligas celestes y una larga cabellera negra, pero hasta entonces la familia ni siquiera había contemplado la posibilidad de que Nely hubiera sido asesinada.
La Policía organizó “esfuerzos de búsqueda” con la intención de verificar si el resto del cuerpo se encontraba en la laguna, pero no hallaron nada. Además, revisaron los reportes de personas desaparecidas para ver si alguna tenía brackets y coordinaron con sus pares de otros departamentos para identificar a la víctima, aunque sin éxito.
SOSPECHAS, DENUNCIA Y BÚSQUEDA DE NOTICIAS A medida que transcurrían las semanas sin noticias de Nely, sus padres, Pedro y Calixta, al igual que sus hermanos, se encontraban desesperados. Incluso habían contactado a la Policía de Investigaciones de Chile (PDI), pero nadie sabía de la joven madre. Maritza insistía a su cuñado en que reportara a Nely como desaparecida, ya que no sabían nada de ella, pero él eludía el tema, prometiendo que lo haría, aunque no cumplía. Además, se enteró de que su sobrina no estuvo en casa durante la supuesta pelea y que Osmar la había llevado a la casa de su tía, hermana de él. Esta situación hizo que comenzaran a sospechar que algo no estaba bien, por lo que, tras reunirse con sus hermanos, Maritza presentó la denuncia el 25 de julio y se emitió un afiche de persona desaparecida.
Maritza comentó que, sintiendo que a su hermana le había pasado algo porque no era normal que no se comunicara, comenzaron a revisar las noticias publicadas por distintos medios entre marzo y abril. Se centraron en los casos en los que se habían encontrado cuerpos, y en ese proceso identificaron uno relacionado con el hallazgo en San Isidro. La noticia les erizó la piel al saber que el cráneo tenía brackets, ya que Nely estaba bajo un tratamiento de ortodoncia. Ante esa posibilidad, se dirigieron al Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), pero a simple vista era imposible confirmar la identidad.
PIEZAS DENTALES: CLAVE PARA LA IDENTIFICACIÓN DE NELY Ante la posibilidad de que los restos hallados pertenecieran a Nely, la Policía trabajó arduamente bajo la dirección de la Fiscalía. El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de
Cochabamba, Freddy Medinacelli, explicó en detalle todos los elementos encontrados hasta ese momento en el caso. La División de Cibercrimen llevó a cabo un trabajo técnico-científico, recuperando y analizando las redes sociales de Nely, incluyendo Facebook y WhatsApp. También recuperaron sus contactos, entre ellos el de su odontóloga, quien, tras ser contactada, informó que conocía a la joven, ya que había sido su paciente cuando trabajaba en Sacaba. La profesional facilitó la historia clínica dental, que incluía una radiografía que demostraba que Nely tenía la pieza dental 12 postiza. Además, se realizó la comparación de la placa del cráneo, lo que permitió a la dentista reconocer el trabajo que había realizado en Nely.
Por otro lado, el fiscal departamental de Cochabamba, Osvaldo Tejerina, confirmó en días recientes que la pericia genética realizada por el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) confirmó que los restos pertenecen a Nely.
COARTADA REVELADA Y LOS 11 CELULARES DEL ESPOSO Además de estas indagaciones que fueron cruciales para identificar a la víctima, Medinacelli informó que, a través del trabajo técnico-científico realizado en las redes sociales, se determinó que la conducta de Nely fue normal hasta el 11 de marzo. Ese día llegó a su casa a las 20.35. Al día siguiente, desde las 06.02, se registró un notable movimiento por varias zonas de Sacaba, pero no se conectó a datos móviles, como solía hacerlo.
Nely ya no estaba utilizando sus redes. Se descubrió que su cuenta de Facebook se había iniciado desde un dispositivo sospechoso a las 13.52. Luego, a las 22.44, llegó a Lava Lava, pero salió de su casa nuevamente a las 23.51. Regresó a su hogar a las 00.15 del 13 de marzo, aunque solo permaneció allí 10 minutos antes de dirigirse a Korihuma (00.49). Durante toda la madrugada, se movió por diversas áreas de Sacaba hasta las 06.32, cuando volvió a Lava Lava.
Los investigadores también confirmaron que, cuando Rebeca recibió el mensaje en el que su hermana supuestamente le decía que estaba en la frontera, en realidad ese texto se envió desde el centro de Sacaba. Entre otras situaciones sospechosas, se determinó que, entre el 1 de enero y el 4 de agosto de 2024, Osmar utilizó 11 celulares, lo que significa que su chip funcionó en 11 dispositivos diferentes. Uno de esos móviles accedió al Facebook de Nely el 12 de marzo a las 13.52.
Para la Policía, el principal sospechoso es Osmar. Medinacelli declaró que este hombre nunca presentó la denuncia por la desaparición de su esposa ni colaboró en las investigaciones. Además, días después de la supuesta desaparición, se trasladó de la vivienda donde vivía con Nely a la casa de sus padres y vendió su auto en otro departamento. Sus familiares estaban realizando averiguaciones sobre los avances del caso, con especial interés en el estudio de perfil genético, ya que ese resultado confirmaría si los restos encontrados en San Isidro pertenecían a la víctima.
TRAS LAS REJAS: LA CAÍDA DE OSMAR Y SU AMIGO Todo esto llevó primero al arresto de Osmar el 1 de octubre. Al día siguiente, la Policía lo presentó en una conferencia de prensa, y más tarde un juez determinó, en una audiencia de medidas cautelares, su reclusión preventiva por seis meses en El Abra, el penal de máxima seguridad en
Las investigaciones continuaron, y el 3 de octubre la Policía aprehendió a Tony P.H., quien, según Tejerina, sería amigo de Osmar. El mensaje que llegó a Rebeca, en el que se hacían pasar por su hermana, se envió desde un dispositivo registrado a nombre de Tony, lo que lo vincula al crimen.
El abogado de la familia Villarroel, Fabricio Flores, manifestó que Tony había sido citado anteriormente a declarar, donde afirmó que no tiene un chip único y, por el contrario, cambia de número cada tres días, ya que solo lo utiliza para consumir megas. En esta nueva etapa, tanto Osmar como Tony se acogieron a su derecho al silencio, según informó el fiscal departamental, quien considera que ambos hombres actuaron en complicidad al descuartizar el cuerpo de la víctima, por lo que se encuentran bajo reclusión preventiva.
Ese mismo día, la Fiscalía y la Policía llevaron a cabo dos allanamientos y secuestraron un vehículo, además de realizar un rastrillaje con canes especializados en la búsqueda de restos. Esta tarea se extendió también durante el fin de semana. La familia de Nely, decimocuarta víctima de feminicidio en Cochabamba, clama por el hallazgo del resto del cuerpo para poder darle sepultura a su ser querido.
FUENTE: OPINIÓN
