La actriz contó que esta experiencia fue clave para su primer papel en “Criaturas celestiales”
Kate Winslet compartió aspectos inéditos de sus primeras experiencias íntimas durante la adolescencia.
En una entrevista para el podcast Team Deakins, la actriz británica explicó que sus vivencias iniciales incluyeron tanto a chicas como a chicos, en un contexto de curiosidad sexual y apertura.
Winslet aclaró que esos lazos adolescentes no respondían a una orientación particular, sino a una etapa de exploración personal.
Durante la charla, Winslet mencionó que “algunas de mis primeras experiencias íntimas de adolescente fueron con chicas”.
También recordó que, aunque besó tanto a chicas como a chicos, “no estaba especialmente evolucionada en ninguna dirección”.
La estrella de cine comentó que esta apertura influyó en su desarrollo personal y le permitió conectar con las emociones profundas de su primer gran personaje en el cine.
Estas vivencias resultaron determinantes para su interpretación en Criaturas celestiales, dirigida por Peter Jackson y estrenada en 1994, donde compartió protagonismo con Melanie Lynskey.
Winslet explicó que los vínculos intensos y los sentimientos de vulnerabilidad experimentados en su juventud le ayudaron a comprender la relación obsesiva que las protagonistas mantenían en la pantalla.
“En esa etapa de mi vida, sin duda sentía curiosidad, y creo que había algo en la conexión tan intensa que tenían esas dos mujeres que yo comprendía profundamente”, sostuvo para Team Deakins.
Y agregó: “Me vi inmediatamente absorbida por el vórtice de ese mundo en el que se encontraban, que obviamente resultó terriblemente perjudicial para ambas, y que les provocaba una gran inseguridad y vulnerabilidad”.
Ese trabajo fue su debut cinematográfico y sentó las bases para papeles posteriores de alto perfil, como en Sensatez y sentimientos (1995) y Titanic (1997).
A lo largo de su carrera, Kate Winslet enfrentó la presión social y mediática sobre su vida personal desde etapas tempranas.
La artista de Hollywood recordó en BBC Radio 4 los comentarios negativos sobre su físico que recibió en la niñez y la adolescencia en Reino Unido, incluidas burlas y apodos como “blubber” (grasa).
Según relató la propia Winslet, una profesora de teatro le sugirió que solo tendría trabajo si aceptaba papeles de “chica gorda”.
Al referirse a estas etiquetas, afirmó que “es espantoso lo que la gente dice a los niños”. Entre los 15 y 19 años, recurrió a dietas restrictivas y prácticas alimenticias que calificó como “realmente poco saludable”.
El salto de Winslet como figura pública internacional, especialmente tras el estreno de Titanic en 1997, intensificó el escrutinio sobre su imagen.
Durante la entrevista, la actriz rememoró haber aparecido en portadas de revistas con etiquetas dañinas y ser víctima de la manipulación no autorizada de fotografías para ajustarlas a estándares corporales irreales.
“No me parezco a eso. No tengo el estómago tan plano ni las piernas tan largas, ni el busto tan grande. Mis brazos no son tan tonificados, ¿qué demonios?”, lamentó Winslet, quien insistió en que esas imágenes editadas nunca deberían ser tomadas como ejemplo por las jóvenes.
La presión mediática afectó también su ámbito familiar, llegando a involucrar a sus hijos durante la separación de Sam Mendes.
Ante esa situación, relató a la BBC que encontró apoyo en su círculo cercano, sobre todo en gestos cotidianos como recibir un plato de pasta caliente y una copa de vino, lo que le ayudó a sobrellevar los momentos difíciles.
La ganadora del Oscar destacó el valor de compartir comidas, conversar, escuchar música y buscar refugio en las rutinas diarias.
En el entorno profesional, Kate Winslet denunció la persistencia del sexismo y de comentarios condescendientes en los rodajes.
Sobre este tema, remarcó que frases como “no olvides tener confianza en tus decisiones” difícilmente se dirigen a un hombre en su mismo puesto.
Fuente: INFOBAE
