- Comerciantes reportan alzas de hasta un 30% en productos básicos tras la eliminación de la subvención a los combustibles mediante el Decreto 5503
Uyuni, Kollasuyo Digital
La tradicional feria de los jueves en Uyuni, punto de encuentro vital para el comercio entre el interior del país y el área dispersa, se transformó hoy en un escenario de tensión e incertidumbre. La entrada en vigencia del nuevo precio del diésel (Bs 9,80) y la gasolina (Bs 6,96) ha provocado una reacción en cadena que vacía los puestos de venta y los bolsillos de los ciudadanos.
El impacto en los productos de primera necesidad fue “abrupto”, según denunciaron los propios feriantes. En un recorrido realizado por la zona comercial, se evidenció que productos como el aceite comestible pasaron de costar Bs 80 por bidón a venderse en Bs 110. El quintal de azúcar, por su parte, alcanzó los Bs 350, mientras que el fideo se cotiza ahora en Bs 110.
“La gente se enteró del incremento de la gasolina y se ha vaciado el mercado”, relató una vendedora de ropa, quien lamentó que, a pesar de mantener sus precios, las ventas son nulas. La sensación general entre los comerciantes informales es de desprotección: temen que el alza en los costos de transporte les impida reabastecerse, condenándolos a pasar una “Navidad muy triste”.
El sector transporte es el más convulsionado. Los reportes desde la terminal y paradas de minibuses indican incrementos que superan el 100%:
- Ruta Uyuni–Potosí: La tarifa, que anteriormente era de Bs 40, ha subido a Bs 80, según el anuncio de los propios transportistas.
- Servicio de minibuses: El pasaje estándar de Bs 2 amaneció bajo una fuerte presión para elevarse a Bs 4 o Bs 5.
- Servicio de taxis: Carreras cortas que costaban Bs 5 ahora se cobran entre Bs 8 y Bs 10.
La Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes (ATT) se encuentra bajo presión para intervenir, mientras el Gobierno central califica estas alzas de “abusivas”, argumentando que muchos operadores aún circulan con combustible comprado a precio subvencionado.
La Intendencia Municipal y guardias de seguridad intentaron realizar operativos de control de precios durante la mañana, lo que derivó en algunos roces físicos con comerciantes que justificaban las subidas por el costo del flete. Aunque al mediodía se logró una calma relativa y algunos precios retrocedieron ligeramente, la oferta de transporte público sigue paralizada debido a reuniones de emergencia de los sindicatos, que exigen una tarifa oficial que cubra los nuevos costos operativos.
Pese a la crisis, algunos ciudadanos opinan que la medida era “un mal necesario” para la economía del Estado, aunque coinciden en que la implementación debió ser gradual para no golpear tan drásticamente a las familias más pobres que viven del día a día.

