El sociólogo y analista político Carlos Cordero Carrafa hizo un análisis del papel que cumple el Vicepresidente del Estado en las dos primeras semanas, que han llamado la atención por una tensión política entre los primeros mandatarios. Edmand Lara ha lanzado varios adjetivos contra el Presidente, lo ha llamado mentiroso y cínico y ha puesto en duda su capacidad. “Se debe al ímpetu y deseo incontrolable de ser protagonista”, apunta el entrevistado.
Cordero no tiene dudas. Asegura que en esta temprana disputa política el Vicepresidente no admite que es un colaborador especial del Primer Mandatario, como lo señalan la Constitución y las leyes. Y seguramente por eso escucha los mensajes que le llegan al oído. En ese contexto, el analista dice que el mayor peligro es la ruptura de la democracia, por lo que Edmand Lara se halla frente al desafío de darle o no gobernabilidad al país. Estas son las respuestas de Cordero a las preguntas de Urgente.bo.
¿A qué atribuye la difícil relación entre el presidente y Vicepresidente del Estado en las dos primeras semanas del gobierno?
Los ciudadanos tenemos la impresión de que el Presidente Rodrigo Paz ha logrado su objetivo principal, ser presidente y gestionar el estado boliviano; en cambio el Vicepresidente Lara, no. En la actual legislación, la Vicepresidencia tiene funciones y límites muy claros. El Vicepresidente es un colaborador más, especial y diferente es cierto, pero uno más de todos los colaboradores del Presidente. La diferencia es que fue electo por el voto ciudadano y la función principal es sustituir al Primer Mandatario en caso de muerte, ausencia o impedimento. El Vicepresidente es un colaborador electo y su papel principal es acompañar y sustituir al Presidente en caso de necesidad. Rodrigo Paz entiende el rol y los alcances de la magistratura; en cambio, Edmand Lara parece no reconocer los límites y su papel en el periodo 2025-2030. Da la impresión de que el Vicepresidente no quiere restringirse a los límites que hoy tiene y quiere protagonizar la política.
¿Esta difícil relación tiene algo que ver con el apresurado acuerdo para que Edmand Lara sea candidato a la Vicepresidencia de Rodrigo Paz?
Considero que la tensión que existe entre ambos mandatarios se debe más al ímpetu y deseo incontrolable de protagonizar que es parte de la personalidad del Vicepresidente; ese ímpetu sin control por protagonizar viene desde antes de la campaña y se ha exacerbado durante la campaña a medida que se sucedían los éxitos políticos. La actual tensión entre Presidente/Vicepresidente, se debe en buena medida a la percepción que ambos tienen de sí mismos y a la victoria política lograda. La victoria electoral ha definido que el Presidente es Paz, pero el Vicepresidente cree que se debe a su personalidad y votos.
¿Usted ve que el Vicepresidente tiene la pretensión de ser Presidente por el argumento de que tiene respaldo popular?
El próximo objetivo del Vicepresidente Lara es construir un liderazgo propio e indiscutible que podría llevarlo a la Presidencia. La pregunta clave es ¿cuándo Lara podría ser Presidente? Seguro que hay quienes le susurran al oído de que es ahora, pues los votos y la victoria del 2025, se deben al carisma de Lara y ahora es el segundo de abordo. Si decide esperar cinco años, a las elecciones 2030, también podría ocurrir que su estrella se apague o tal vez sea el momento apropiado para figurar y alcanzar la Presidencia mediante el voto popular. El signo de estos tiempos es que el poder se consigue con votos y el que cree que puede ser a través de la maniobra política y el supuesto apoyo de las calles, se equivoca. Evo Morales es el ejemplo viviente de ésta lección, el poder se consigue convenciendo con argumentos, no con arrebatos ni gritos.
¿Usted ve que en el gobierno de Paz y de quienes lo respaldan hay una actitud para aislar al Vicepresidente?
La percepción de aislamiento viene del propio Vicepresidente y tal vez de su entorno. Es eso, una percepción. Lo que el Presidente Paz Pereira viene haciendo es ocupar el lugar que le corresponde, ejercer la Presidencia del Estado; el que no acepta su rol de acompañante y sustituto, es el Vicepresidente. La Constitución Política del Estado vigente señala con claridad el papel de los mandatarios. Las percepciones son interpretaciones subjetivas e individuales.
¿Cómo puede reconducirse esta situación para que no afecte a la gobernabilidad del país?
El Vicepresidente ha dado muestras muy contundentes de que su voluntad y personalidad lo ha llevado al extraordinario sitial que ocupa. Esa personalidad y carácter le ha permitido, pesar de muchos contratiempos, ser una persona exitosa. Es el Vicepresidente de Bolivia 2025-2030. La gobernabilidad del país depende de Edmand Lara y de sus colaboradores más cercanos. Si el Vicepresidente entiende y cree que su deber es darle gobernabilidad a Paz Pereira y a Bolivia, así será; pero si cree que el destino u otro argumento lo lleva a la confrontación, pues también, así será. Los ciudadanos elegimos gobernantes, los gobernantes toman decisiones. La gobernabilidad es un asunto de los gobernantes, si ellos se entienden habrá gobernabilidad, si no son capaces de convivir en el poder, pues no habrá gobernabilidad.
Finalmente, ¿cuál es el mayor riesgo para el país?
El mayor riesgo para Bolivia es la ruptura del proceso democrático mediante la eliminación de la participación ciudadana en elecciones. Es decir, ceder a la tentación autoritaria. Los demonios de la ruptura y crisis están en las calles y deambulan por todas partes y en todo momento. Hace un año los demonios sugerían desde la renuncia a la Presidencia de Luis Arce hasta la prórroga; muy pocos creían que habría en elecciones y muchos no creían que fuera posible que el MAS fuese a entregar el poder y los símbolos patrios, pacíficamente. Ni el propio MAS se imaginaba fuera del poder. La realidad es totalmente diferente a todos esos temores y augurios. El MAS está reducido a una mínima expresión política, está acorralado y desorientado. Hay un nuevo gobierno, legal y legítimo. Una abrumadora mayoría voto por sustituir al MAS, a sus líderes y argumentos por algo totalmente opuesto a los 20 años del autoritarismo de izquierda que significaron los gobiernos de Morales, García Linera, Arce y Choquehuanca. ¿Cuánto tiempo durará este nuevo ciclo político? En buena medida dependerá de la voluntad electoral ciudadana y de las decisiones que tomen los gobernantes.
Fuente: Urgente.bo

