El compromiso con rutinas estrictas, la atención a su alimentación y el cuidado del bienestar mental forman parte de las prácticas de la icónica cantante
En cada presentación, Diana Ross exhibe una vitalidad sostenida por hábitos saludables.
A sus 81 años, su presencia en el escenario y en alfombras rojas refleja una energía que proviene de elecciones conscientes y rutinas cuidadas, construidas a lo largo de una vida marcada por la disciplina y el compromiso personal.
Ross confirma que el bienestar y el magnetismo responden a prácticas y costumbres desarrolladas con el tiempo.
Rutinas de sueño y alimentación estructuradas
Nada del presente de la intérprete de I’m Coming Out puede entenderse sin su respeto por los horarios establecidos. Para artistas de su nivel, acostumbrados a vuelos transatlánticos y jornadas extenuantes, la organización del sueño y la alimentación no es solo un lujo, sino una necesidad. Ross acostumbra a cenar temprano y elegir comidas ligeras que no dificulten su descanso.

Esta regularidad le permite levantarse cada día renovada y cumplir con la energía que exigen los ensayos, los viajes y las presentaciones. Su hija Rhonda Ross comentó a Today.com que, tanto en el hogar como durante las giras, la familia tiene muy presente la importancia de estos ritmos fijos, una de las claves para mantener la vitalidad física y mental.
Disciplina y profesionalismo durante las giras
Hablar de las giras de la cantante de hits como Theme From Mahogany es ingresar a un mundo donde la disciplina y el profesionalismo son la norma indiscutida. Lejos de la imagen glamorosa del ‘rock and roll’ y los excesos tras bambalinas, la artista prefiere ambientes tranquilos, pautados y centrados en el trabajo. “No hay fiestas, ni consumo de alcohol o drogas, ni invitados que interrumpan la calma del equipo”, relató la familia a Forbes.
El respeto por la puntualidad, la privacidad y la concentración hace posible sostener el ritmo de los shows sin resentir cuerpo ni mente, y marca la diferencia con respecto al desgaste habitual de muchos colegas.

Práctica del ayuno intermitente
Los hábitos saludables de Diana Ross no quedan en lo tradicional. Desde hace un tiempo, la cantante sumó el ayuno intermitente a sus rutinas. Su experiencia personal —compartida en redes sociales— suele comenzar con agua con limón y caldo de vegetales y extiende el periodo de ayuno hasta 16 horas: su primera comida es luego del mediodía.
Para Ross, el objetivo es optimizar su bienestar, mantenerse liviana y lista para cumplir con su público y su equipo.
Ejercicio físico regular en los descansos
La actividad física es otra constante en el recorrido de Ross. Bajo su liderazgo, todo el elenco y el equipo técnico adoptaron actividades que ayudan a mantener la energía y disminuir el impacto del agotamiento. Durante los descansos en el hotel o entre funciones, abundan las caminatas o los ejercicios en gimnasio.
La rutina no busca récords, sino fomentar el movimiento habitual. “Algunos prefieren dormir más, otros eligen caminar o trabajar su cuerpo antes de cada show”, explicó Rhonda Ross. De este modo, todos acceden al escenario con un cuerpo preparado y una mente despejada.

Evitar excesos y ambientes nocturnos
En el universo de la actriz de El mago, los excesos no tienen lugar. Ella misma instauró una política de evitar fiestas y actividades nocturnas después de los conciertos, privilegiando el descanso y los ambientes serenos.
Este principio rige tanto para su entorno familiar como para los técnicos y músicos que la acompañan. Alejarse de los ambientes típicos de la industria musical le ha permitido prevenir el desgaste emocional y físico, y modelar una atmósfera en la que todos pueden trabajar y rendir al máximo.
La salud mental y el equilibrio emocional son otros de los pilares en la vida de Ross. El entorno procura un clima relajado, libre de presiones y discusiones innecesarias.
La cantante dispone a diario de momentos de soledad y tranquilidad para desconectar, reflexionar o, simplemente, disfrutar del silencio antes y después de cada show. Para ella, el autocuidado va mucho más allá del cuerpo: la mente y el ánimo merecen también un espacio de protección y desarrollo.
Fuente: INFOBAE

