- Kollasuyo Digital
En medio de una creciente tensión territorial, autoridades originarias de la comunidad de Quetena Grande se pronunciaron públicamente en contra del anunciado cierre de la Reserva Nacional de Fauna Andina Eduardo Abaroa (REA), medida impulsada por comunarios de Quetena Chico. El conflicto gira en torno al uso y control de espacios turísticos y naturales dentro de la reserva, especialmente en la zona de Polques, conocida por sus aguas termales.
En Uyuni mediante el corresponsal de Radio Kollasuyo, representantes de Quetena Grande acusaron a sus vecinos de Quetena Chico de intentar legalizar construcciones clandestinas y avasallamientos iniciados desde 2018, utilizando de forma indebida el título ejecutorial de la comunidad Sud Lípez. Según los denunciantes, este documento estaría siendo presentado ante el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP) para obtener un certificado de compatibilidad de uso de suelos, lo que permitiría formalizar infraestructuras en zonas de conflicto.
“Aunque el territorio sea de origen comunitario, cada espacio tiene su propia comunidad y está definido por el SERNAP. No se puede generalizar el uso de suelo ni delegar funciones que no le corresponden”, señalaron las autoridades de Quetena Grande.
El conflicto no es nuevo. Desde hace años, ambas comunidades se disputan el control de las aguas termales de Polques, un atractivo turístico que genera ingresos significativos. La falta de delimitación clara en la zona ha intensificado las tensiones, llegando incluso a enfrentamientos entre familias.
Por su parte, Quetena Chico ha advertido con cerrar el ingreso a la reserva si el SERNAP no cumple con compromisos asumidos, como la dotación de motocicletas para guardaparques, provisión de afrecho para el ganado, y mejoras en infraestructura turística como señalización y miradores. Sebastián Berna, autoridad originaria de esa comunidad, denunció además la destrucción de recursos naturales y el saqueo dentro del área protegida.
El SERNAP, en respuesta, ha sostenido reuniones con ambas comunidades, buscando coordinar proyectos que beneficien tanto a los pobladores como a la conservación del área. En julio, representantes de Quetena Grande participaron en encuentros con funcionarios del SERNAP para reafirmar su compromiso con la protección de la reserva.
Mientras tanto, el debate sobre la legalidad de los certificados de uso de suelo continúa. El SERNAP ha ratificado en otras ocasiones que anulará certificados otorgados en áreas protegidas si se detectan irregularidades, como ocurrió en otras reservas del país.
La situación en la Reserva Eduardo Abaroa pone en evidencia la necesidad urgente de una delimitación territorial clara, una gestión participativa y transparente de los recursos naturales, y el fortalecimiento de mecanismos de resolución de conflictos entre comunidades.