- La artista posee una amplia carrera musical donde destaca su cultura y amor a la madre tierra
Luzmila Carpio, la destacada cantante y compositora boliviana, nacida en las tierras del Potosí, ha ganado su imagen, por su voz única, su contribución a la música quechua y la cultura andina.
Recientemente, fue nombrada “Boliviana del Bicentenario” por la cadena televisiva UNITEL, en reconocimiento a su trayectoria y legado.
Con una carrera que abarca décadas de trabajo y esfuerzo, Luzmila Carpio ha sido aclamada a nivel nacional e internacional por su música que fusiona lo ancestral con lo contemporáneo.
Su amplio repertorio incluye canciones en quechua y castellano que cantan a la naturaleza, la Pachamama y la conexión con las raíces ancestrales entre los hombre, mujeres y la misma tierra.
Carpio también ha sido embajadora de Bolivia en Francia de 2006 a 2010, llevando consigo la música y cultura boliviana a otros continentes y promoviendo la diversidad cultural de su país, puesto que en diversos actos puso en palestra el ritual del tinku, el canto de las mujeres de Puna con su fandango, los diversos temples del charango potosino, el zapateo de Chayanta, Betanzos, la alegría del carnaval de los Chichas, y otros valles de su Departamento, la historia de la argentea Villa Imperial y el canto de las aves que habitan su natal Bolivia.
Considerada un ícono de la música andina boliviana, Luzmila Carpio ha recibido numerosos reconocimientos por su música y labor cultural. Su legado es una inspiración para muchos artistas y su música sigue siendo una referencia importante para la cultura boliviana.
Su álbum “Inti Watana” es un ejemplo de su capacidad para experimentar con diversos sonidos y formatos, incluyendo elementos contemporáneos.
El reconocimiento a la artista potosina se da con motivo de celebrar el bicentenario de Bolivia, por lo que la han considerado la Mujer del Bicentenario, autoridades regionales no se han pronunciado al respecto, mientras que Luzmila dijo agradecer el cariño de la gente comprometiendo aún más trabajo y respeto a la cultura
Por: Antonio J. Bobarín Paco.